CAPÍTULO 4
— Dispara si estás dispuesto a soportar pasar el resto de tu vida en la cárcel - La vez de Dominick era mortalmente fría, el reflejo de Franco apuntándolos con el arma se vio en un florero, por supuesto el hombre no tuvo las agallas de tirar del gatillo, Dominick se apartó con total elegancia del cuerpo de Diane que estaba Blanca como el papel, Dominick le paso su saco, cuando se dio la vuelta se percató de que tenían más público.
— Diane, eres una maldita zorra - Grito con rabia en los ojos Franco Rizzi - Ni siquiera eres capaz de respetar que tu hermana esta por ser enterrada para revolcarte con su exprometido, mucho te ha importado que yo esté a escasos metros de ti ¿Tan urgida de sexo estabas? - Franco iba acercándose, mientras los Guardaespaldas de Dominick ya lo estaban apuntando, también estaban los padres de Diane, los mismos padres de Franco y un grupo de amigos cercanos - Si tanto querías sexo me lo hubieras pedido, ahora entiendo por qué no querías entregarte a mí, porque eras una zorra con tu propio cuñado.
— Baja la voz - La orden venía de Dominick - ¿Por qué la llamas zorra? O ¿tú naciste del viento? Si vas a llamar zorra a la mujer que dices amar, asegúrate de que tu madre no haya tenido sexo, pero como todos aquí somos producto del acto sexual, nadie tiene derecho de juzgar esto - Franco retrocedió cuando Dominick enfoco sus ojos negros como la noche en él - Tarde o temprano esto iba a ocurrir nada más no espere que tuviéramos tanto público.
— Como pu - Antes de que Alejandra Cantú dijera algo que pudiera lastimar a su hija, Roberto Cantú la tomó de la mano, y aquella acción fue suficiente para que la mujer se lleve las manos en la boca, entendiendo claramente aquello que su marido estaba diciéndole al realizar aquella acción.
— No la estoy juzgando por tener sexo, la estoy juzgando por no aguantarse a ser una cualquiera y hacerlo a metros de mí y con el prometido dé.
— Basta, no somos los primeros pecadores que exista, y déjame decirte que tampoco hacerlo con mi - Diane que se había ajustado la prenda rota con un pequeño alfiler que encontró, tomó la mano del hombre logrando que este detuviera sus palabras inmediatamente.
— Por supuesto que ser una zorra es un pecado - Espeto nuevamente furioso Franco - Diane aquí en dónde me demostraste tu lado perverso en el funeral de tu hermana doy por rota nuestro compromiso no quiero volver a verte, y si nos cruzamos voy a hacer como que no nos conocemos.
La cara de decepción en el rostro de los padres de Franco, otros rostros que demuestran confusión, todos allí saben cuanto ama Diane a Franco, pero sus amigos cercanos sabían cuál era el motivo del compromiso de Aylen con Dominick y el amor de madre para ellas era sagrada, entonces tenían una pequeña sensación de lo que pudo haber ocurrido allí.
La Familia Rizzi abandonó inmediatamente las instalaciones de la mansión Cantú, los demás salieron, los ojos oscuros del hombre viajaron hasta la mancha de sangre que estaba en el sofá percatándose de que Diane había perdido su virginidad en manos de él y en el mismo funeral de su hermana, Dominick no le había dirigido ninguna otra mirada a absolutamente nadie saliendo del lugar.
Al momento en que la biblioteca solamente contó con la presencia de 3 personas, Diane se había acercado a sus padres, pero se había puesto de rodillas para pedirle a ellos.
— Perdónenme por ser una decepción para ustedes, perdón por hacer que pasen por esta situación, perdón por ser.
— Diane levántate - Alejandra le ordenó que se ponga de pie a su hija - ¿por qué tendríamos que perdónate nosotros a ti? Cuando quienes deberían de pedir perdón somos nosotros por condenarte a esto - Alejandra no pudo contener las palabras.
— Mamá, papá - Diane no pudo contenerse y lloro amargamente abrazada a las dos personas que más adora - No quería que esto fuera así, pero mamá, ten por seguro que por encima de mi felicidad está tu vida, y si para mantenerte a ti a mi lado tengo que renunciar al amor, lo voy a hacer e incluso ya lo hice, no quise que esto ocurriera, quería impedirlo, le dije que se detuviera, pero yo no soy oponente para Dominick Mascherano.
— Todos te van a juzgar, pero lo que realmente vale es aquello que tu misma conoces, no quisiste hacerle daño a Franco porque aunque no sea el momento para hacerlo, eres oficialmente su esposa y la Ley no está en contra de eso, de hecho los esposos lo hacen, Dominick lo dejo en claro nadie puede juzgarme porque todos lo han hecho, y aunque no era el momento correcto, el hombre no iba a dejarte ir fácilmente.
— No quiero salir más afuera y.
— No vas a salir más afuera, el cuerpo de tu hermana será incinerado y te la traeremos para que vayas a tirar en el jardín que ella tanto adoraba de la Finca La Gaviota - Expresó Alejandra cambiando inmediatamente los planes trasladarle cuerpo de Aylen al cementerio.
Y tal como lo dijo la mujer, cuándo la noche cayó el vehículo de Diane Cantú se adentró en los Terrenos de la Gaviota con las cenizas de su hermana, aunque particularmente esa Hacienda ya es propiedad de Dominick los Cantú aún la visitan, de hecho algunos productos artesanales aún son destinados a la familia.
Diane había ejecutado la orden de su madre y las cenizas fueron esparcidas en el Jardín que la misma Aylen había diseñado, cuyas plantas fueron plantadas por ella misma.
— ¿Se puede saber qué estás haciendo aquí? - La voz de Dominick Mascherano la asusto, las manos de Diane habían temblado cuando escucho que a espaldas de ella el ruido de los pasos del hombre se acercaba hasta donde estaba ella, la joven inmediatamente se había dado la vuelta para encontrarse con Dominick Mascherano vestido con una camisa negra, un jeans negro y zapatos por supuesto también de color negro, de hecho aquel color le sentaba bastante bien.
— ¿Vas a torturarme nuevamente aquí? - Diane tenía la voz muy baja, de hecho no esperaba que el hombre estaría aquí.
— ¿Te he torturado?.— Una pequeña sonrisa se vislumbró en la comisura de los Labios de Dominick que bajo la luz de la Luna tiene un encanto particular - La reacción de tu cuerpo no parece haber experimentado alguna tortura - El hombre siguió acercándose a ella y la mujer estuvo tentada a retroceder, pero los brazos del hombre lograron alcanzarla de manera rápida - ¿Estás pensando en escaparte de mí? - Dominick se había burlado - Déjame decirte que no es posible aquello, de hecho al irnos de aquí nos iremos a mi Mansión porque vas a vivir conmigo, y no puedes negarte porque el contrato también estipula que mientras yo lo quiera y decida tú vas a vivir conmigo bajo el mismo techo que yo y estás obligada a darme dos herederos, porque esto es un Contrato de por vida, así lo quiero, así lo he decidido.
Diane tragó saliva negando con la cabeza, el hombre era muy dominante, no dudaba de que iba a cumplir con sus palabras, ella sería doblegada a él, no importa como luché, ella estaría forzada a cumplir la voluntad de Dominick Mascherano.
— Siendo mi mujer en toda la extensión de la palabra, te aseguras que tu madre reciba la dosis correctamente y sin interrupciones, la condición es fácil, ser mi mujer durante toda la vida - Diane estaba pálida, sus ojos de miel estaban apagados.
— ¿No pueden esperar para volver a revolcarse? - Franco hablaba con burla —¿Lo quieren hacer en el jardín? Vaya, tienen gustos muy raros, eI funeral y el jardín.