Introducción
»Prepotencia habita en él,
y detrás de la máscara, solo fragilidad.
Lo supo en el preciso instante
en que su mirada dominante la capturó, pero avistó su
debilidad, el cristal que lo volvía rehén de un destino
fragmentado. Era una muralla sin cimientos, un pedestal
caído, la absurda imagen abrasadora quemándose en su
propio infierno".
***
Ha intentado huir del colapso, ocultando lágrimas, haciéndose fuerte y dominante. Él, ha fingido ser una serpiente venenosa que clava la mordida, pero sabe que el efecto tóxico solo habita en su ser.
Acribillando va señalando con inferioridad, no sabe ver el lado bueno, solo se mira en el espejo y dice: "Oh, mi reflejo es perfecto".
Tan lleno de grandeza, una fantasía que se disipa a solas, porque él mismo ha caído, como una estrella que no pudo sostenerse un solo segundo en el cielo. Y regresa al mundo demostrando que se posa arriba, y en realidad solo cuelga de un hilo.
Es un reflector que se apagó, un perdedor que dejó de correr, se excusa diciendo que su camino está lleno de baches; sabe que está direccionado al vacío, a terminar quebrado, no puede
cambiar la dirección de un desvío erróneo, se siente frágil, por eso pretende ser una coraza en el exterior, por dentro es solo piel expuesta a las llamas que devoran sus fortalezas... Entonces el incendio va dejando débiles cenizas, y en un soplido del viento han desaparecido.
Se reduce a nada, su poder ha terminado siendo un espejismo, falacia que viste de verdad. La irrealidad viviente en su cabeza lo aventura a mostrar la trayectoria que no conoce de intermitencia. En el fondo camina por un túnel sombrío, donde yace la destrucción, afuera ha nacido un ser narcisista que ha crecido, que camina sobre todos, su rumbo es el infinito.
Sin embargo la eternidad le ha sido arrancada, se siente solo, es una copa de vino vacía, porque su contenido carmesí se derramó en la inexistencia, y entre esquirlas esparcidas sobre el suelo, solo es un hombre sin nombre, y en secreto busca que significa vivir, un motivo para existir.
Él es Silvain De Castelbajac, el jefe Narcisista.