Dirección indefinida

¿Qué pasa cuando la confusión es más fuerte que tus propios sentimientos?

Si, aquel momento en el que tu vida y tus sentidos se vuelven un mar de preguntas sin resolver. ¿Y si la indecisión fuera el peor de tus defectos? ¿Cómo te decidirías cual es el camino correcto? Tantas opciones, tantos peligros, infinidad de razones. Opiniones que nublan la vista, un juicio empañado por las ideas ajenas. Ese momento en que se pierde el sentido de lo correcto o lo incorrecto, deseando gritar al viento suplicando una solución definitiva...

¿Qué es lo peor que puede pasar?

Lo sabes, sientes que es decisión definirá la dirección de tu vida o, quizá, tu muerte. Si no te apresuras, alguien más la tomará por ti y, quien sabe, tal vez cambie tu vida para siempre.

Como gotas de lluvia, infinidad de ideas caían sobre ella: Jesse Luna. Hija de un adinerado empresario de dudosos trabajos. No, no era la típica princesa de papá. Sabía lo que era trabajar duro, llenar sus manos con tierra y sudar sin descanso por agua. Una chica rebelde de pensamientos, insegura de sí misma, luchando contra cualquier tipo de estereotipos; una hippie encerrada en el cuerpo de una punk sin remedio.

Tres meses por un cambio de aire la hacen respirar el clima frió del invierno alemán. Pero no estaba preparada para lo que seguía, llamar la atención de un par de famosos hermanos. Al principio no pareció ser una idea de su agrado, pero en un país desconocido.

¿Qué se supondría que haría?

Así terminó metiéndose entre Ben y Tom, llegando a ser el amor nunca esperado de Tom y la chica de los sueños de Ben. Totalmente diferentes, era la versión opuesta de cada uno.

¿Qué decisión tomaría?

¿Cuál era la decisión correcta?

¿Se dejaría llevar por los chismes sobre Tom?

¿A quién amaba realmente?