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Capítulo 4

El punto de vista de Charon:

Al día siguiente,

Estoy sentada frente a él desayunando, no he comido nada desde ayer por la mañana, ignoré la cena de anoche, llorando en sueños.

Pero esta mañana me pidieron que estuviera aquí. Me di cuenta de que me estaba quedando en su habitación, cuando abrí el armario vi ropa de hombre y de mujer.

Me puse un atuendo como si no me importara, pero todo tenía una etiqueta con el precio, así que todo era nuevo y de mi talla. ¿Desde cuándo se está preparando esto?

Mantuve la vista fija en la comida, sin tocarla. Tengo hambre, pero mi ira la está reprimiendo bastante bien. Estoy vestida para verme lo suficientemente bien, ni siquiera me molesté en peinarme, simplemente me quité el pelo.

Escuché a Robert : - Morirse de hambre no ayudará... -

Lo miré, necesito hablar con él y encontrar la salida.

No sé nada de él y ahora estoy casada con él. Necesito liberarme de esto.

Él está en ropa informal, ¿no va a trabajar?

¡Dios! ¡Sueno como su esposa!

Lo escuché: - Te sugiero que comas, necesitas energía para estar enojado... -

No me muero de hambre por tu culpa sino porque estoy enojado.

Dije: - Tú lo planeaste... Le pediste a mi padre que me engañara .

Recibí su mirada fría. Dijo: - Me equivocaré con cualquier respuesta que dé en tu presencia... Considerando que no conoces la verdadera naturaleza de tu padre... -

¿Quiere decir que mi papá hizo esto solo?

¡No! ¡Mi papá no es ese tipo de persona!

Me engañó, ¿a quién le estoy mintiendo?

Le pregunté: - ¿Por qué te casaste conmigo? -

Me miró de arriba abajo y dijo: -Hagamos esto... por cada pregunta tienes que terminar cada cosa de tu plato... yo te responderé ...-

Lo miré con los ojos entrecerrados. ¡¿Por qué quiere que coma de todos modos?! ¡¡¡No es como si este fuera su cuerpo!!!

Punto de vista del autor:

Robert siguió comiendo mientras ella terminaba sus panqueques, sonrió con sorna sabiendo que de repente se había vuelto obediente. También entendió que estaba confundida.

Sus delicados dedos sostenían el tenedor mientras comía, sus mejillas se hinchaban mientras seguía comiendo. Era realmente una belleza, la mejor que había visto jamás. Su cabello era de un tono castaño claro con algunos reflejos más oscuros, sus ojos eran de un tono perfecto entre gris y verde que la hacían lucir angelical, si uno era honesto, sus ojos eran los más grandes que jamás había visto.

Su figura de reloj de arena la hacía parecer aún más una diosa. Era delgada, pero no demasiado, tenía todas las curvas en los lugares correctos. Sus labios carnosos siempre hacían que el espectáculo se viera de maravilla.

Charon lo miró y dijo: - ¡¿Por qué te casaste conmigo ?!

Ella estaba furiosa, él adoraba la mirada silenciosa en sus lindos ojos.

Roberto respondió : -Quería ...-

Ella respondió: - ¡¿ Qué clase de respuesta es esa?! - Se dio cuenta de que él estaba mirando su plato y le pedía que terminara el resto de la comida antes de hacer más preguntas.

Ella gruñó con fastidio, rápidamente dio unos cuantos bocados más y preguntó: - No quiero este matrimonio... y parece que también fue un trato para ti... Así que, divorciémonos... -

Sus ojos se oscurecieron por la ira, él sabía que ella era directa pero no tan directa.

Él simplemente dijo: - El divorcio no es una opción para ti.... -

Ella estaba claramente molesta, se levantó de su asiento y caminó hacia él. Ella le dijo, parándose frente a él: - ¡¿Qué quieres?! ¿No puedes entender que no quiero ser tu esposa y quedarme aquí todo el día? ¡ ¡ ¡Esperarte y hacer alguna estupidez!!!

Robert se levantó diciendo: - Eres libre de hacer lo que quieras como lo hiciste bajo el cuidado de tu padre... No te lo impediré... Todo lo que te gusta o necesitas está en el armario, o simplemente llámame... -

Él advirtió, - Pero no me enojes..... Quiero tratarte bien, Mi Esposa.... -

Ella susurró: - ¡¡ ¡Claramente quieres una esposa trofeo!!! Me divorciaré de ti... y si no es una opción, entonces quedar viuda también funcionará... -

Él sonrió al ver sus desafiantes palabras, deslizó un anillo en su dedo mientras susurraba: - Haz tu mejor esfuerzo... -

Le dio un beso en las mejillas enojadas mientras se alejaba. Ella estaba frustrada, ¿debería golpearlo o esperar hasta que sus mejillas rojas volvieran a la normalidad?

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