Sinopsis
El amor y el deseo se ponen en juego.
1
PORTLAND
EN LA ACTUALIDAD
Los pasillos de la universidad estaban solitarios, ni un solo sonido se hacía escuchar ¡ni siquera el ruido de una mosca! Apreté los ojos y me maldije mentalmente por no haberme levantado temprano, hoy a primera hora tenía el primer examen y en éstos momentos lo deben de estar haciendo.
Caminé a paso lento hacia la puerta de mi salón. Inhalé con dificultad porque me estaba empezando a resfriar 一ni siquera sé porqué一 y evité un estornudo, no quería que la profesora Jane me mandara para mi dormitorio por andar esparciendo germenes... Ella es algo especial.
La puerta estaba abierta, pude observar que la profesora no estaba en su puesto... Ni siquera en el salón. Sentí alivio y, a pesar de las miradas raras por parte de los demás, me encaminé a mi silla.
Olivia, mi mejor amiga y compañera de cuarto, me miró ceñuda.
一Tienes suerte, la bruja fue llamada por la directora y no ha dado tiempo de impartir el examen. 一dijo apenas me senté a su lado.
Le dediqué una mirada llena de reproches.
一Pudiste haberme despertado pero ¡la señorita no se preocupa por su mejor amiga! Solo sale de la residencia y no va a ver si estoy muerta o viva. 一espeté.
Rió divertida.
一Calmate. 一murmuró一. Pensé que ponías tu alarma.
Me picaba la nariz. Con mis dedos la empecé a rascar de un lado para otro y la profesora hizo acto de presencia junto con... Un chico.
Todas las miradas, especialmente de las chicas, cayeron en él.
一Bueno, bueno, hagan silencio y escuchenme. 一hablo la profesora en tono arrogante. El chico era alto, cabello negro despeinado, usaba una chaqueta negra, al igual que vaqueros negros y una camisa blanca por dentro. Su mirada, por alguna extraña razón, se encontró con la mía y un escalofrío me recorrió el cuerpo. 一Él es Nick. Fue transferido de Columbia. No estamos en la preparatoria para decirles cansinamente que lo traten bien. 一lo presentó.
一Oh, no se preocupe, Ms. Jones, lo trataremos más que bien. 一dijo la molesta de Lucy.
Ms. Jones la ignoró y Nick se dirigió a nuestra fila para sentarse en el asiento a mi lado que, casualmente, era el único vacío. Maldije para mis adentros y decidí ignorarlo. Lo sentí sentarse.
Sentí la necesidad horrible de estornudar, pero me puse los dos dedos bajo la nariz Quizá eso funciona, lo malo es que me giré en dirección a Nick y éste me miraba ¿divertido? Qué pena.
一¿Problemas con la gripe? 一preguntó con una sonrisa cínica en su cara.
一No, lo que pasa es que creo que soy alérgica a los bichos como tú... Comprenderás. 一le sonreí triunfante.
Lo único que hizo fue elevar las cejas y sonreír.
Pero las ganas de estornudar siguieron, así que seguí haciendo lo mismo, pero ahora no funcionaba... Iba a hacerlo, entre abrí la boca pero luego la cerré y luego la volví a abrir.
一¡Achú! 一lo hice. Me cubrí la boca al instante y miré a la profesora, quién se giró como robot hacia nosotros.
一¿Quién fue? 一cuestionó y escaneó a uno por uno.
一Sabes que tienes la nariz roja, ¿verdad? 一me susurró Nick muy cerca de mi oído para mi gusto.
Decidí ignorarlo y rezar para que la profesora no me hechara de la clase ¡perdería mi examen!.
一¿Quién fue el que esparció germenes en mi aula? los contagiará a todos y luego no vendrán a clase y esos días no serán pagados. 一volvió a preguntar.
Olivia me miró de reojo.
Hay, no. La picazón otra vez. No, por favor, no. La profesora nos miraba atenta. Si ponía mis dedos bajo la nariz ella sospecharía. Pero ¡me pica tanto! Me imagino que los ojos los tengo rojos. ¡Odio enfermarme!
一¡Achú! 一lo volví a hacer.
Era mi fín.
Los ojos de Ms. Jones se posaron en mí.
一¿Ginna? 一inquirió asombrada.
Rodé los ojos.
一Es Gianna. 一murmuré entre dientes.
Puso su manos en la cintura y señaló la puerta sin más.
一Vuelve cuando ya no tengas germenes que expulsar.
Eso era todo. Perdería el examen. Cogí mi bolso y salí del aula.
PopCap era un restaurante de primera, aquí venían a pasar el tiempo chicas y chicos de la universidad, de otras preparatorias y también en la noche servía de bar. PopCap tenía de todo un poco. Pista de baile a partir de las ocho de la noche, en el otro salón había Karaoke y en la parte de arriba hacían juegos de cartas en donde sólo los jovenes con mucho dinero subían allí. Nunca me ha tocado servir en esa parte, pero al parecer puede ser algo peligrosa.
Siendo las nueve y media de la noche el local estaba que reventaba y aunque anduviera enferma aquí tenía que estar, trabajando en vez de estar sentada en casa, mirando alguna serie en Netflix y bebiendo alguna sopa caliente. Suspiré profundo al imaginarme así. Creo que soy algo afortunada por no tener problemas en mi vida, tengo amigos, no tengo problemas amorosos. Estoy... Feliz.
一Veo que ya estás mejor. 一la voz de Nick me sacó de mis pensamientos y me volteé a él rápidamente. Estaba apoyado en la barra, con la misma cara divertida. Desearía quitársela de un golpe.
Dejé de secar un vaso y lo dejé en su lugar.
一Te preguntaría qué haces aquí pero no me lo extrañaría siendo tú. 一lo miré. La poca luz en el lugar hacía que no tuviera una buena visión de su cara ¿gracias a Dios?.
一Tienes razón, éste es mi tipo de lugar. 一asintió一. Tal como la mesera es mi tipo de chica. 一ronroneó.
Chisté.
一¿Betty? 一señalé a la señora de cuarenta años a quién por cierto le hacía falta un diente de delante一 Tienes razón, es toda tuya.
Sonrió de lado.
一Astuta. Dura. Ruda. 一hizo un gesto que no puedo explicar con la cara. 一Tal y como me gustan.
Sonreí de lado también imitando su gesto.
一Arrogante. Mujeriego. Fumador. 一imité el mismo gesto con la cara a como lo hizo él, así como pesar. 一Tal y como los odio.
Su sonrisa se hizo más ancha.
一¿A qué hora sales? 一cambió de tema.
一¿Y porqué estás tan seguro que te lo diría? 一me crucé de brazos.
Acercó su rostro al mío.
一No lo harás, pero tengo varias formas de averiguarlo: podría esperar a que termine tu turno y seguirte hacia tu casa para después acosarte por las noches. Observarte mientras duermes. 一dijo.
Éste chico está mal de la cabeza, pero sé que solo es una burla, he comenzado a pensar que molestarme será su pasatiempo favorito.
Había observado que las chicas que le pasaban a la par se le quedaban viendo lujuriosas.
一Suerte con ello. 一le dije, mientras me dirigía a la otra punta de la barra. Volví hacia donde se supone estaba Nick pero ya no estaba.
A esos de las diez y media salí de PopCap. Mi residencia quedaba cerca, con mi abrigo en mi cuerpo y a paso rápido empecé a caminar por las calles solitarias. Nunca he sido miedosa, pero a veces el mal esta rondando por ahí. El cielo empezó a rugir, advirtiendo que ésta noche habría tormenta.
Bostecé.
En el momento en que metí mis manos en los bolsillos de mi abrigo sentí como si algo pasara volando encima de mí. Inmediatamente miré hacia el cielo, la luna brillaba haciendo que no estuviera tan oscuro y poder ver al pájaro que casi aterriza en mi cabeza.
Pero no veía nada.
Después, sentí como si alguien pasara detrás de mí. Me volteé y tampoco había nada. Mi corazón empezó a latir más de prisa y el miedo me inundó.
一¿Hola? 一pregunté a la nada.
Poco a poco me fui calmando y decidí reanudar lo más rápido posible mi camino a casa. Pero, al darme la vuelta, un hombre con capucha me esperaba a unos metros. Estaba bajo una farola y no podía verle el rostro porque su capucha lo cubría.
Me quedé quieta debatiéndome qué hacer. Podría correr hacia el restaurante y quedarme allí o podría... Mierda, no tengo más opción.
Y, sin darme tiempo de reaccionar, el hombre, a una velocidad inexplicable, se lanzó hacía mí, sintiendo como mi espalda chocaba contra el suelo.