Capítulo 3: Abrázame abajo
Paulina le estaba mirando con duda
Este niño no fue una persona común, se sabía por su vestido.
Pero ahora mismo, la forma que la miró él con los ojos, fue difícil de explicar.
Parecía que estaba mirando...un objeto precioso
Paulina estaba un poco atónita por sus propios pensamientos.
Mónica Magrina no tenía mucha paciencia, y le miró y preguntó enfadadamente al niño en el suelo,-¿ Quién eres, no sabes que no puedes entrar en la empresa durante el horario laboral?
Él dijo,-¡Déjame en paz!
El niño la miró descuidadamente, fue implacable y frío, estiró el dedo meñique señalando a Mónica, le ordenó,- ¡Tú, vete a limpiar el suelo ahora mismo, recuérdate que limpias con tus manos!
Mónica pensó que tenía Alucinaciones auditivas, rio enojada,- ¿Qué dices?
¿Él se atrevió a pedir a ella que limpiara el suelo?
-¿No lo entiendes?- el niño le dijo con la cara despreciada, -no sólo te ve fea, pero también tu coeficiente intelectual is bajo, se ve que la empresa tampoco tiene un nivel alto. ¡Tengo que pensar de nuevo si os encargue a organizar mi fiesta de cumpleaños necesariamente!
Mónica no lo esperaba en absoluto que este chiquito pudiera hablar tan mal de ella, estaba temblando por la rabia,- ¿De dónde viene este niño salvaje, no te enseñaron tus padres que hubiera que respetar a los adultos? ¡Que tengas mala educación, a ver que te voy a enseñar bien hoy!
Se acabó de hablar, levantó la mano y Iba a dar un golpe al niño.
Paulina se asustó por eso, se abalanzó casi como fuera un reflejo condicionado, y sostuvo al niño en sus brazos.
El niño fue tan pequeño, ¿qué le iba a pasar con una bofetada?
El resto también se asustó, dijo mentalmente, - ¡cómo Mónica podía darle un golpe a un niño tan gracioso!
Los guardias personales también se asustaron, se enfadaron inmediatamente, -¡Atrevida! ¿Cómo te atreves a pegar al señorito? ¡Agárrala!
Menos de dos segundos, Mónica estuvo controlada por dos guardias personales por dos lados.
Todo el mundo se quedó estupefacto.
Mónica también estaba un poco atónita.
Nunca le ha tratado como así, mucho menos que habían sus subordinados a su lado mirándole.
Se enfadó de repente y dijo forcejeando, -¡ Qué estáis haciendo, soltádme!
Pero los guardias personales le mantuvieron sujeta firmemente, no se movieron.
El Gerente Thiago Ocampo de Empresa Creativa Excelencia acudió por los ruidos, dijo con impaciencia, - Señores guardias, no os enfadéis, mi subordinada no sabía lo bueno o lo malo, por eso contradijo al señorito, lo siento mucho, espero que le perdonéis y podáis soltarla.
Thiago estuvo en la oficina del último piso un momento antes, se enteró que vendría el señorito del Grupo Leoz aquí, quería recibirle bien preparado, cómo sabía que el señorito venía al departamento de marketing.
se enteró de la noticia, acudió inmediatamente, y al final, se encontró con lo que pasó en frente, y estaba asustado de muerto.
Había que saber, para que tuviera corporación con el Grupo Leoz, La Empresa Creativa Excelencia se había costado mucho esfuerzos.
Si se rompería la corporación por este motivo, él se hubiera suicido su mismo por golpear la pared.
Los guardias personales respondían con desprecio y frialdad, -¡vuestra empleada fue tan audaz, se atrevió a regañar al señorito del Grupo Leoz que fue un niño salvaje, no tenía educación!
se quedó asustado todo el mundo por oír eso.
¡Ese niño gracioso fue el señorito de la Familia Loez!
No fue de extrañar que tuviera un personaje tan bueno aunque fue muy pequeño.
Mónica también estaba estupefacta totalmente.
La cara sorprendida y enfadada,, se palideció de repente.
Ella ofendió al señorito de la Familia Loez, ¿tendría un desenlace bueno finalmente?
En caso de que la corporación entre las dos empresas se estropeó por ella, se metió que perdería su trabajo.
Thiago tenía la cara espantada, dijo con miedo, - Lo siento mucho, le dejo a pedir disculpa al señorito ahora mismo.- Se acabó de hablar, le miró a Mónica muy enojado,- ¡Directora Mónica! ¿En qué estás tardando, no vas a pedir disculpa inmediatamente?
Mónica le parecía muy vergonzosa, pero ya no fue la hora de mantener su dignidad, le pidió perdón al señorito, - Perdóname, señorito, es mi culpa de desconocerte y contradecirte, espero que me puedas perdonar.
El niño no parecía escuchado, no le hizo caso, estaba metido en los abrazos de Paulina.
La carita tierna de Paulina parecía que podía apelizar agua, los ojos brillantes como las obsidianas, la nariz pequeña fue alta y recta, los labios rojos estaba apretados ligeramente, las manitos se colgaron en su cuello cariñosamente, se parecía que no quería soltar.
Paulina le gustaba a los niños, quería abrazarlos cuando les vio.
Ahora le estaba abrazando y no pensó de dejarle.
Ni hablar de que el cuerpo de este pequeño fue blando, y él estaba muy simpático, y el dio a ella un sentimiento muy intímo que nunca se sentió, por eso, no quería dejarle más.
Mónica vio que no le respondió el niño, se sintió más nerviosa, no podía aguantar más y le dijo de nuevo,- ¿Señorito Loez?
El chiquito le respondió un poco, le echó una ojeada fríamente a Mónica,- La persona que tienes que pedir perdón no soy yo, es este señora guapa.
Mónica se sintió muy humillada.
¿Ella tenía que pedir disculpa a la puta Paulina?
¡Ni Siquiera lo pensara!
Él dijo,-¿Qué, no queres? Déjalo si no querrías, pero voy a pedir a mi papá a considerar de nuevo sobre el proyecto acordado antes con vosotros.
El niño mandó a los guardias personales a su lado sin prisa,- ¡Vámonos!
Los guardias personales le soltaron a Mónica por su orden, y se dispuso a escoltarlo.
Thiago estaba ansioso, les detuvo inmediatamente, dijo,- Señorito, usted no se preocupe, Mónica estaba muy dispuesta a disculparse.- Entonces le miró hacia a Mónica sombríamente, dijo, -¡Directora Mónica, la cooperación con el Grupo Leoz es un esfuerzo que hizo por todo el mundo de la empresa, si quisieras estropearla, pues coja tus cosas y vete ahora mismo, mi empresa no habría puesto para ti!
Mónica le escuchó, su cara estaba llena de miedo.
Este señorito estaba decidido a buscar justicias para Paulina.
Si ella no le pidió perdón, no iba a tener buen desenlace.
Aunque Mónica estaba muy descontenta, pero finalmente dijo con los dientes apretados,- Bueno, que me disculpe. Lo siento.
No es sincera.- Dijo el niño con la cara de disgusto.
Mónica tomó una respiración profunda, aguantó toda la humillación, agachó hacía Paulina, dijo,- Perdón, te he tratado así, lo siento mucho, discúlpame por favor.
Paulina le miró hablando en voz baja, además de alegría, también había un poco de sarcasmo en su corazón.
En otros días, Mónica despreció a las personas y les vejó, pero inesperadamente llegó un día en el que se rindió a ellos.
Thiago vió que finalmente Mónica transigió en eso, medió en una disputa apresuradamente, y dijo,- Señorito, ha pedido perdón. y ¿ Cómo ve usted…la cooperación entre nuestras empresas?
-No ha limpiado el suelo todavía.- el niño siguió insistiendo.
Mónica le parecía humillada, pero respondía inmediatamente,- Lo voy a limpiar ahora mismo.
Se acababa de hablar, sacó las herramientas de limpieza desde fuera, limpió todas las manchas de agua en el suelo con un paño en frente de todo el mundo. Todo el mundo le estaba mirando sin ninguna simpatía.
En días normales, todo el mundo sabía cómo le trató a Paulina, su situación de hoy fue autoinfligido por si misma
Después de que Mónica limpió el suelo, el niño estaba contento por fin, dijo,- Ya no me importa lo que pasó hoy. Pero tengo la última petición, no se la permite asistir a la fiesta de mi cumpleaños.
Thiago prometió,- No hay problema, no hay problema.-
-Pues, ya está, me voy.- El niño giró la cabeza mirando a Paulina.
Paulina se lo entendía y quería dejarlo rápidamente.
Quién sabía que el niño le cogió fuertemente con las manos, no quería bajarse y además le ordenó,- Abrázame abajo.