Capítulo 1: Venderse
Ciudad J, Hospital. En el mejor quirófano en obstetricia y ginecología.
Paulina Ureña soportó el dolor en el útero, sudando por todo su cuerpo. Se agarró a la barandilla junto a la cama de parto, sus nudillos se volvieron de un blanco grisáceo.
Al ver la situación, la partera la calmó suavemente, -No tengas miedo, el bebé nacerá a salvo pronto, así que ten paciencia.-
Paulina bajó la cabeza, sus ojos se llenaron de lágrimas y no quería separarse del bebé.
Porque le quitarían a su bebé tan pronto como saliera a luz.
Después de diez meses de embarazo, el bebé creció gradualmente en su cuerpo, aunque intentó no establecer un vínculo con su bebé, todavía sentía dolor en este momento.
Lo siento, lo siento…
Paulina estaba a punto de llorar.
No era que no quisiera al bebé, pero no podía.
Ella fue solo una madre sustituta.
Una vez que dio a luz al bebé y le pagaron, ya no tenía nada que ver con el bebé.
En este momento, Paulina sintió otro dolor, sus ojos estaban oscuros y se sintió muy arrepentida.
Ya no quería dinero, solo quería su bebé, bebé...
Nadie sabía lo que estaba pensando y el médico le dio anestesia. Gradualmente perdió el conocimiento y finalmente lo perdió por completo ...
Una hora después, Paulina se despertó y se encontró acostado en una cama de hospital.
No había nadie a su lado, vacío. ¡Solo un cheque en la cabecera de la cama que dice un millón de euros!
Paulina de repente sintió que su corazón ya no estaba completo.
Se acarició el vientre desinflado con la mano y lloró ...
A partir de ahora, ese bebé travieso no volvería a moverse en ella.
¡Ni siquiera pudo ver al bebé!
Paulina lloró aún más tristemente al pensar que nunca volvería a ver al bebé en esta vida.
Mientras ella todavía lloraba, alguien abrió la puerta de la sala y entró.
Paulina miró en la dirección del ruido y vio a Diana Ureña entrando con una mirada orgullosa con un par de tacones altos.
Sintió un breve pánico e inconscientemente quiso luchar para levantarse, pero sintió un dolor agudo en el abdomen.
La herida del parto no pudo soportar esto. Cayó de nuevo, con el rostro pálido.
Diana se paró junto a la cama y la midió, y dijo sarcásticamente, -¡Paulina, eres tú de verdad!-
-¿Por qué estás aquí?-
Paulina estaba asustada y enojada, con los ojos llenos de disgusto y resentimiento.
Diana no se sorprendió. No le importó en absoluto y rió como una ganadora, -Santino Muñoz y yo nos vamos a comprometer. Estoy aquí para un examen médico prematrimonial... ¡No esperaba que estés aquí! Paulina, ¡es increíble lo que hiciste! Vendiste tu cuerpo por dinero y diste a luz al bebé de otros hombres.-
¡Cállate!
Paulina estaba furiosa, agarró algo de la mesa y se lo tiró a Diana.
Agotó todas sus fuerzas y pareció odiar a colmo a la mujer frente a ella.
Esto tiró de su herida de nuevo y el dolor casi la hizo desmayarse.
Diana evitó fácilmente su ataque y sonrió con más orgullo, -¿Muy enojada, eh? Entonces te digo, hace un año, detuve el oxígeno de tu mamá y le quité a tu padre los gastos médicos provistos... Además, yo también le contó a Santino que eras una madre sustituta. Entonces, ¿te enfadas? -
Paulina no podía creerlo.
Había perdido a su bebé y, cuando supo estas verdades, estaba casi loca. Ya no podía controlar sus emociones y se puso histérica.
-Diana, ¿por qué lo hiciste? Jamás te ofendí, ¿por qué me tratas así? Eres una mujer viciosa ... ¡morirás de agonía!-
Diana parecía muy satisfecha con la respuesta. Su rostro se ensombreció, y dijo, -¡Sabes porqué lo hice! ¡Claro que es porque quiero arruinarte! Sí, nunca me has ofendido, pero tu existencia me estorba...-
Ambas somos hijas de la familia Ureña. ¿Por qué te han amado los demás desde niño y no nunca tiene que preocuparte por la comida y la vestida, pero me llaman una hija bastarda? Pensando en muchas cosas del pasado, por supuesto que tomaré represalias contra ti. Ahora he ganado ... Tengo Papá, la propiedad de la familia Ureñay Santino. ¡Y eres solo una hija abandonada por la familia Ureña! ¡Jajaja!-
La risa triunfal de Diana fue como un cuchillo afilado, y la cicatriz ensangrentada de Paulina se abrió una vez más.
Paulina recordó lo que sucedió hace un año ...
Su madre que se recuperaba tranquilamente en la cama de repente enfermó de gravedad y le pidió dinero a su padre para tratar la enfermedad, pero éste se negó.
Fue en ese momento que Paulina descubrió que su prometido Santino, a quien conocía desde niño, había sido durante mucho tiempo ambiguo con Diana.
Paulina estaba desesperada, pero tuvo que salvar la vida de su madre y finalmente eligió ser una madre sustituta.
No esperaba que todo fuera una conspiración planeada en secreto por Diana.
Después de ese día, la echaron por completo de la casa.
Paulina recordó claramente que ese día su padre le dijo con indiferencia, -Desde ahora, ya no eres la hija de la familia Ureña. No desacredites a nuestra familia.-
Y su promet, -Paulinido también la acusó con disgustoa, eres asquerosa para mí.-
Los eventos pasados estimularon a Paulina, que ya estaba débil.
Sus labios estaban blancos, estaba abrumada por la marea de amor y dolor, y finalmente cayó en la oscuridad sin límites.