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—¿katsuro?—me sorprendí que él estaba acá, estaba frente a mi, al parecer ya tenía sus poderes porque su pudo detener eso... tenía su armadura puesta y una valentía que irradiaba en su mirada, acepto que me emocione mucho al ver que estaba acá, pero ¿por qué? ¿Cuál sería su motivo?

—¿parece que ya pediste tu poder o que, James?—sonría de lado—Oh, no recordaba que siempre protegía tu trasero, parece que después de todo no hay cambiado mucho. ¿acaso te pensabas rendir con ese monstruo?—nego con la cabeza.

—justo lo iba a despedazar cuando apareciste—salí de los escombros—como siempre tu interrumpiéndome justo cuando ya voy a acabar al enemigo.

—¡ja! Excusas y más excusas, ambos sabemos que estás frito, James, pero alégrate que estoy acá para salvarte, pero dime ¿Quién es ese sujeto?

—creo que lo deberías de saber ¿no? Según lo que me han informado hasta el momento es una especie de vampiro chupa almas, vine hasta acá para detenerlo, pero invoco ese monstruo que tenemos de frente, ese monstruo se mueve a voluntad de él, pero es muy peligroso, por más que lo he herido con mi espada vuelve a regenerase, intente también perforar su corazón creyendo que ese sería su punto débil, pero no me fue posible. ¿crees tenes un mejor plan?

—¿y este niño que hace acá?—señaló a Billy—este lugar es muy peligroso para que él esté presente.

—tranquilo, el solo es un títere espiritual, no es un niño humano, el solo detecta la energía de un Volt.

—lamento interrumpir su gran conversación pero necesito acabar esto de una sola vez. ¡ataca!—ordenó al monstruo, este al instante nos lanzó una bola de fuego muy grande la cual pudimos esquivarla con éxito, pero enseguida formó una de más magnitud.

—nos acabará, Katsuro—me puse a su lado.

—no me digas que ¿le tienes miedo a eso? Es patético que alguien como tú le tema—nego con su cabeza poniendo los brazos al frente en espera de esa bola de fuego.

Por arte de magia unas  correas aparecieron de la nada envolviendo por completo al monstruo destrizándolo en miles de pedazos. Volví a ver hacia todos lados porque evidentemente nosotros no habíamos sido los que destruimos a ese monstruo.

—vaya, vaya... Ates, no sabía que andarías por la ciudad tratando de devorar mi alimento—un sujeto se acercaba, el había sido quien destruyó el monstruo—con razón empecé a ver que estaba desapareciendo más personas de lo normal y sabía que yo no había sido, en qué momento lo hiciste ¿si? Es de muy mal gusto saber qué haces las cosas sin mi.

—¿Qué haces acá, Roshi?—le respondió el sujeto que habían llamado Ates—no sabía que vendrías por acá, ni mucho menos que me destruírias mi ataque si estaba apunto de destruir a estos chicos.

—¿Quién eres tú y qué haces acá?—le pregunté con prepotencia—no me digas que ¿tú también eres un Volt?

—no me diirjas la palabra humano insignificante, de donde vengo no estamos acostumbrados a hablar con nuestra  propia comida—me fulmino con su mirada, cuando de pronto vi que utilizo una de sus correrás convirtiéndola en serpiente la cual de inmediato se abalanzó sobre mi. Afortunadamente la pude esquivar.

—¿Qué tipo de poderes tienen ustedes?—katsuro pregunto muy sorprendido.

—¿también te diriges hacia mi?—Roshi se enojaba—¿desde cuando los cerdos como ustedes se dirigen a la nobleza como yo? De inmediato dos de sus correas ataron a su compañero que estaba a su lado, lo estaba asfixiando poco a poco, sin duda las intenciones de este sujeto era matarlo.

—¿Qué diablos pasa contigo? ¿Acaso no es tu compañero? O es que ¿ustedes no están juntos?—frunci el ceño un tanto sorprendido de lo que estaba viendo.

—no te interesa como actúe con los demás—respondió con prepotencia—no te vuelvas a interferir en mis asuntos o de lo contrario...

—¿de lo contrario que? No te tengo miedo—me perfilaba para hacer el próximo ataque cuando una de esas serpientes se colocó frente a mi, esa serpiente hablaba y le decía a Roshi que yo tenía mucho poder, al parecer también detectaba el poder interior de las personas.

—interesante—me analizó para luego llevarse a su amigo atado.

—¿tienes idea de quiénes eran esos tipos, James?—preguntó un tanto desconcertado Katsuro.

—no lo sé, solo pude conocer al primero, pero ese otro sujeto que vino hace poco no tenía idea de quién pueda ser, pero por lo que veo tambien poseía un poder asombroso. Tendremos que preguntarle a Lakai quien era ese otro tipo, pero qué bueno que estás nuevamente con notorios—palmee animado su hombro.

Enseguida aparecieron Astrid y Mike entre las sombras corriendo con los otros dos títeres espirituales.

—¿Cómo dieron hasta acá?—quise saber—no es bueno que estes por acá, Astrid, mira que para meterte en problemas eres buena.—de inmediato ambos se sorprendieron cuando vieron que conmigo estaba Katsuro y esta vez en forma humana.

—¿eres tú Katsuro?—pregunto Astrid y Mike—que bueno verte, pensábamos que no te volveríamos a ver luego que nos despedimos en ls dimension central.

—lo sé, yo tampoco pensé que vendría nuevamente aca, yo me encontraba entrenando para volverme más fuerte, pero las órdenes de arriba llegaron que tendría que venir acá con la misma misión de Jinsu, tratar de luchar contra los espíritus que están llegando a la tierra, porque a decir verdad ese portal todavía sigue abierto, pero también me alegro de verlos, se ven aún más fuerte de cómo estuvieron allá, seguro es su alimentación diferente cosa que también estoy por ver, ahora con este cuerpo humano sufro de cosas que allá no sufrí, como el cansancio, él hambre y otras emociones que recorrer por mis venas, pero supongo que me tendré que acostumbrar a él—hizo unos pequeños estiramientos—por cierto ¿Quiénes son esos otros dos sujetos que vienen con ustedes?

—son otras marionetas espelrirtuales, Lakai nos las dio cuando estábamos en peligro con esos Volt, pero están de nuestro lado—Astrid sonreia explicándole.

—pues, qué sujetos tan extraños—los analizo detenidamente.

•

NARRACIÓN DESCONOCIDO

La noche en la ciudad caía cada vez más. La vida nocturna continuaba, discotecas por aquí y por allá. El alcohol  y la droga se hacían presentes, prostituidas, ladrones entre otros recorrían las calles de Londres, la delincuencia aumentaba cada vez más al igual que los asesinatos y las desapariciones. Despariciones que no tenían sentido, pero lo que no sabían en qué cada cuerpo perdido no sólo ser pedía lo físico sino también lo espiritual.

En un edificio majestuoso con una vista que daba hacia toda la manzana se encontraba un sujeto muy misterioso el cual pronto se sabría de su exigencia.

—¿no te parece que la vista desde acá es impresionante?—ese sujeto estaba en el último piso viendo a todo sus alrededor—tantas personas por ahí vagando inocentemente más no saben qué todos ellos serán nuestra cena. Deberías de aprender un poco más de la lección que te doy, alguien tan sabio como yo es quien ha sobrevivido por todos los siglos inmortalízanos mi cuerpo, pero veo que hiciste algo malo. ¿no es así Ates?

—yo siento que no he hecho nada malo, tan solo salí a disfrutar de un banquete que hace mucho tiempo no me lo daba, pero como siempre Roshi tiene que llegar a interferir con todo lo que hago, me trata como si fuera un niño y eso me está empezando a cansar, ¿crees que eso es justo? Si esta vez por poco me asfixia.

—bueno, es cierto que hice eso, señor, pero él me ha faltado mucho el respeto, sabe que nosotros estamos regido bajo sus órdenes y aún así él la está desafiando.

—bueno, en eso si tienes razón—el sujeto se acercó a Ates—¿te has estado alimentado bien? Perfecto, necesito que estés fuerte para lo que viene, pero por favor has caso a las cosas que Roshi te dice, tu falta de mandures y tu debilidad son un punto fácil para el enemigo.

—pero es que no me gusta recibir mandatos de nadie e incluso tampoco de los tuyos, tu me conoces perfectamente y eso conmigo no va.

—no me obligues a tomar medidas drásticas contigo, si he enviado a Roshi es para que te cuide las espaldas, tú no tienes la sufiente habilidad para destruir a esos tipos, créeme y confía en mi, ahora por favor retírese que quiero seguir disfrutando del bello paisaje que está ciudad me brinda.

•

El orgullo de un chico estaba siendo alterado, La rebeldía era lo que lo caracterizaba, no estaba sujeto a leyes ni mandatos, pero ésta noche sería castigado llevándolo a una habitación en la cual solo tenía acceso a una pequeña ventana donde se reflejaba la luna. Pero por dentro de él había un odio contenido que en cualquier momento explotaría actuando por si solo, lo cual sería un dolor de cabeza para su líder—desconocido.

JAMES

Regresamos a casa para idear algo contra eso sujetos nuevos, a Mike se le había ocurrido la gran idea de que durmiéramos en mi casa lo cual vi como una idea descabellada, lo primero que se venía a mi mente eran las preguntas que me harían mis padres, en primer lugar por Katsuro, era un amigo que jamás habían visto, pero aún así tuvimos que irnos.

—parece que todos están dormidos—crece un vistazo antes de entrar, vi que era una buena oportunidad para meter a toda esta gente sin que ellos se dieran cuenta.—vamos, pasen—abri la puerta principal—mi cuarto queda por allá—señale las escaleras que llevaban a su dirección—no hagan ruido o de lo contrario estaremos fritos.

Todos nos quitamos los zapatos entrando sigilosamente, uno tras otro íbamos subiendo, nos faltaba poco para llegar a mi cuarto, el miedo me estaba apoderando, jamás había metido tantas personas en casa y peor a una mujer como Astrid.

—James, ¿Quiénes son todos tus amigos?—Katrana se había levantado a tomar agua, los observó a todos—ah, con qué hasta a una chica trajiste, seguro es tu novia, ahora me desquitaré por lo de aquella vez—tomo aire para gritar a mamá, pero enseguida le puse una mano en la boca impidiéndole que gritara.

—por favor no digas nada—empuñe mis labios de temor—hagamos un trato, prometo darte lo que quieras todo este tiempo pero no digas nada ¿vale?—mi hermana era muy difícil de convencer así que tenía que darle un trato tentador para que cayera aunque eso significara que sería su esclavo por mucho tiempo.

—está bien, es una promesa, pero si la incumples prometo decirle a mamá de esto—estrechó su dedo meñique con el mío en símbolo de promesa.

—ahora vete a dormir—le ordene—tienes que levantarte temprano mañana para ir a clases—rasque su cabeza y se fue.

Todos estábamos dentro, cerré la puerta asegurándola muy bien, no quería que más noche mis padres me descubrieran con todos ellos.

—por favor les voy a pedir que no eleven mucho su tono d de voz o acá se levantaran, mis padres por lo general tiene un sueño muy liviano, cualquier ruido los despierta con facilidad—indiqué a los chicos.

—necesitamos hacer algo para detener lo que estos sujetos están haciendo—sugirió Mike—antes de que roben el alma de otro humano.

—créeme que lo mismo he pasado pensando, pero me siento de brazos cruzados—expresó Astrid con un tanto de preocupación—quizás tú sabes ¿no?—señaló a Katsuro—después de todo tú apareciste justo ciando ellos aparecieron también.

—pues yo no tengo idea de quiénes son esos tipos, es la primera vez que los veo y si los supiera ya hace rato se los hubiera dicho, también en la dimensión central no deben de tener idea de esto, me hubieran mandado con todo el conocimiento de haber sido así—encogió sus hombros.

—bueno de todos modos mañana podremos pensar con más calma—seguir sacando unos colchones.—no tengo suficientes, pero de algo servirán.

—oye no nos has dicho aún ¿Dónde vamos a dormir?—pregunto Mike—veo que sólo una cama tienes y sólo dos colchones.

—bueno yo dormiré en el suelo y que Astrid tome mi cama—ella y yo nos observamos en ese momento como sintiendo algo en común—Katsuro y tú pueden dormir juntos.

Apagamos las luces y estaba todo a oscuras, solo se miraban los números del reloj de pared que tenía uñen mi cuarto, cuando de pronto sentí unas manos cálidas encima de mi pecho.

—James, tengo un poco de miedo—Astrid llegaba—crees que ¿podrías acompañarme a la cama? Se siente sola y fría.

¡mierda! Sin duda era una gran oportunidad, cuando ella dijo eso mi corazón palpitaba más de lo normal y sentía un profundo deseo por ella en ese momento, era un deseo que antes no lo había sentido con ella, pero debía de controlar mis hormonas ya que lo que menos teníamos ahí era privacidad, pero sin embargo la acompañe.

—se siente mejor ¿no lo crees?—Astrid llevaba mi mano a su abdomen, ella solo estaba en calzón y en sostén, tragué grueso cuando su cuerpo pegado al mío, si seguíamos así no podría tener control en mi por mucho tiempo.

—así es, se siente cálido—seguí bajando mi mano un poco más, sin querer mordí mi labio inferior, ¿Qué te pasa James? Tienes que comportarte como todo un caballero, no abuses con la confianza.

Enseguida ella se volteó tomando la iniciativa de besarme, me sentía extraño ya que siempre por lo general el hombre es quien de él de hacer eso, pero parece que en este caso Astrid era la que llevaba las riendas.

Sus labios eran suaves, seguí el ritmo de se besar, d dormito sentí como su lengua se introdujo en mi boca de manera que hacéis movimientos en círculos, me sorprendió que ella fuera así, pero lo podía decirle que parara porque la verdad lo estaba disfrutando, peor lo malo es que allá abajo había un amiguito que no podía controlar, ese amiguito iba creciendo cada vez más al punto que ella lo pudo sentir.

—James... jadeó a lo muy bajo, ese fue el detonante para que yo me volviera loco de pasión, seguí besando  su cuello, además de lamerle su pecho.

Desafortunadamente alguien encendió la luz del cuarto lo cual no hizo ponernos alerta.

—tranquilos—dijo katsuro—solo quiera buscar algo, parece que hasta la visión he perdido estando acá—volvió a pagar la luz, pero en ese momento sentí que alguien que estaba muy sólido por acá abajo empezó a ponerse flácido.

—en otro momento será—Astrid palmeó mi pecho para darse la vuelta.

¡que mala suerte la mía! Justo en el momento en que... hubo que pasar esto. Nos dolimos profundamente dejando una alarma.

•

AL DÍA SIGUUIENTE.

—déjenme ver cómo están las cosas allá abajo para que nos podamos ir—baje a la sala cerciorando el que todos ya se habían ido, pero mire que mis padres aún seguían ahí, estaban terminando de desayunar.

—¿no piensas ir a la universidad hoy, James?—preguntó mamá.

—si iré, mamá, lo qué pasa que hoy me toca entrar más tarde de lo usual, un profesor está enfermo y perderemos ese bloque de clases—tome una caja de leche disimulando para regresar a mi cuarto.

—¿ya se fueron?—pregunto Astrid comiéndose las uñas.

—aún no, pero ya están por irse—cerré la puerta—hoy tenemos que ir a la universidad, tarde pero tenemo que ir, no podemos estar faltando y peor en este periodo de exámenes que estamos, yo he estado saliendo mal en las pruebas y no me gustaría ir a cursos de veranos.

—bueno yo opino lo mismo—dijo Mike—en casa son bien estrictos conmigo por esa parte, yo no he sido un mal alumno y no me gustaría llevarles la noticia a mis padres que he bajado mi promedio.

UNA HORA DESPUÉS

Todos estábamos en la universidad llegando a la segunda hora de clases, pero a Katsuro se le había ocurrido ir a la universidad pasándose por un alumno nuevo. Le preste ropa mía y la verdad no le quedaba tan mal.

—mira como me quedan viendo las chicas—presumió—que bien se siente tener un cuerpo humano, no es nada comparado a cuando yo estaba en espíritu, ahora puedo tocar las cosas—se le notan lo contento que estabas al sentir nuevas cosas—antes de que continuemos quiero hacer algo que todo el tiempo quise mientras estaba el hecho un espíritu—tomó mi mano con prisa hacia una cafetería.—quiero una de esas cosas—era una hamburguesa.

—en serio ¿me trajiste hasta aca por una hamburguesa?—sonrie por las cosas que se le antojaba, peor lo entendía, igual me paso a mi cuando estuve en su mundo—deme una una doble para llevar—ordené al mesero.

•

—la verdad es que ustedes los humanos se las ingenian bien haciendo estas cosas—mordía una y otra vez la hamburguesa, la estaba disfrutando, lo sabia por las expresiones de su rostro en cada mordisco—no te burles, pero siempre había querido probar esto, ¿Cómo es que dijsite que se llaman?

—Hamburguesa, Katsuro, se llaman hamburguesa y ahora vamos por los chicos que ya deben de estar en él aula—caminamos y de pronto apareció Billy.—¿qué pasa Billy?—lo noté que estaba preocupado.

—Están acá, puedo sentirlo a gran velocidad. Los Volt se acercaban, James.

Enseguida vi que los otros chicos venían corriendo en  nuestra dirección, lo más seguro es que sus otros títeres les avisaron de la misma forma.

—¿Katsuro?—Kai frunció el ceño—no sabía que estabas acá.

—si, se me olvidó comentártelo, Kai—salimos corriendo tras la energía de los Volt.

•

—oye, Billy ¿estas seguro que vamos en una buena dirección? Porque veo que vamos corriendo por mucho tiempo ya aun no llegamos a donde dices—todos corríamos al mismo ritmo.

—no debes de desconfiar de mi capacidad para detectar la presencia de esos tipos.

Había una camioneta estacionada cerca de una calle y había una ropa como la que habíamos descubierto cuando ese sujeto absorbió la alma de una persona.

—¿crees que fue el?—tome la ropa inspeccionándola, estaba intacta, pero estaba llena de arena.

—ustedes sí que no se cansan de seguirnos ¿no es así?—ese sujeto llamado Roshi estaba con una chica en sus brazos, al parecer estaba apunto de devorar su alma, pero llegamos justo a tiempo—nunca me dejan comer con comodidad, no sé qué tienen en contra de nosotros, tan solo nos estamos alimentando a como ustedes lo hacen—soltó el cuerpo de la chica, ella estaba inconsciente por el hechizo que él le había hecho.

—¿Quiénes son ustedes?—le pregunté de manera prepotente—aún no me has respondido eso, te lo he preguntado y tampoco sé cuál es el plan que se traen en manos, además ¿dónde está tu amigo que no lo veo?

—alguna vez te han dicho que ¿haces demasiadas preguntas en poco tiempo? No te conozco pero ahora que lo pienso bien te quería hacer una pregunta. ¿crees que el alma de un humano sea diferente a la tuya? Porque la verdad te ves apetitoso—enseguida uso un látigo que parecía la cola de una serpiente atacandonos una y otra vez, a medida que ese látigo no conectaba con nuestros cuerpo partía el pavimento.

—creo que su poder radica en ese látigo que al parecer más que un látigo es una serpiente—le explique a los chicos.

—pues no estás tan mal, pero no sólo es eso—dijo Roshi—si creen que eso es todo lo que puedo hacer están muy equivocados—de las grietas que él había hecho cuando impactó con su látigo en el pavimento, empezaron a salir muchas serpientes de color negro de ahí, había sido una trampa desde el inicio—mi látigo tiene la habilidad de convertir todo en serpientes, estás también son capaces de devorar sus almas—de pronto vimos cómo todo nuestro alrededor empezó a convertirse en grandes serpientes, pero afortunadamente todos usábamos nuestros poderes para defendernos.

Roshi hizo una movida muy inteligente usando su velocidad y de gran manera de posicionó cerca de Kai, lanzó una serpiente muy grande que le arrebataría la vida, pero enseguida me coloqué al frente cortando en dos la serpiente.

—oye, Kai, ¿por qué aún no te transformas o usaste algún poder de los que tienes?—quise saber porque desde un inicio él no se ha defendido, solo he visto que ha pasado esquivando los ataques.

—yo...—bajo la mirada apesarado.

—¿Qué pasa?—grite para que reaccionara.

—por alguna razón que desconozco he perdido mis poderes, intento usarlos, pero no sirven de nada—golpeó el suelo negando con la cabeza—quise decírselos para evitar una carga más, lo siento chicos.

—nada de eso—se acercó Mike—acá todos somos un equipo y no debes de sentirte mal por eso, se que los recuperarás.

—¿han dicho que este chico es el más débil entre ustede?—Roshi había escuchado nuestra conversación—eso me parece Perfecto, me gusta atacar a los más débiles, me pregunto ¿Cómo sabrá su alma?—pasó sus lengua sobre sus labios sediento por devorarlo.

Las cosas se estaban poniendo muy mal, no contábamos que un integrante muy importante se vería afectado con esta situación, justamente tuvo que pasarle esto a Kai, cuando más lo necesitábamos, pero teníamos que vencer a este sujeto, ya había hecho mucho como para dejarlo que siguiera haciendo de sus fechorías, pero a la vez estaba triste por lo que le había pasado a Kai, me ponía en sus zapatos y seguro se sentía de lo peor, pero acá estábamos sus amigos. No lo dejaríamos solo.