(COMPLETO) Atracción Inesperada (T.1) Bl
Sinopsis
Todo inicia una tarde normal en donde el famoso youtuber Alex, es rodeado por un carismático, pero delictual muchacho que lo utiliza para escaparse de unos peligrosos sujetos de negro, sin saber que, gracias a esa situación, ellos experimentarían una relación completamente diferente a la que pudieron haber imaginado. Alex creía ser heterosexual, pero luego de un beso todos sus pensamientos comenzaron a girar en torno a un atractivo delincuente que desde un principio da a conocer sus lujuriosas intensiones. ADVERTENCIA: En la historia se usarán modismos chilenos e insultos, como, por ejemplo: weón, culiao y más
Capítulo 1: El encuentro
Soy Alex, un chico normal -detrás de las cámaras- que siempre le gustó el rollo de tener una cámara frente a sí mismo, de esta forma, un día cualquiera en la que me aburría decidí ponerme a grabar uno de mis juegos de colección, más tarde al ver que me iba bien, decidí abrirme un canal de videoblogs donde podía hablar con mi comunidad sin restricciones. Al principio todo comenzó como un pasatiempo en mis días libres, de hecho, jamás pensé que me volvería uno de los Youtuber más famosos de mi país, sin embargo, desde ese momento convertí un hobby, en el mejor trabajo que pudiese tener.
Hoy, como normalmente suelo hacer para mantener a mi público entretenido, decidí reunir las fuerzas necesarias para salir en busca de un nuevo videojuego para mi canal, esta era la oportunidad perfecta para no aburrirme en casa y además, podía comprar las cosas que me faltaban para mi nuevo set de grabación. Normalmente, me gusta cambiar mis fondos de grabación, siento que de esta forma puedo ir variando mi contenido y de paso, consigo que la gente no considere mi contenido algo repetitivo.
Lógicamente, antes de salir busqué mis gafas de sol para así pasar desapercibido por las diversas calles de mi ciudad, también en el proceso busqué mis llaves y mi billetera asegurándose de tener todas mis tarjetas bancarias antes de salir. Lo bueno de salir durante la tarde, es que no suelo encontrarme con gente que pueda reconocerme, o al menos no hasta que baje al centro de la ciudad, en donde sin duda, es muy difícil pasar desapercibido.
En mis planes no está bajar hasta allí, más bien me encaminé de una forma directa hasta la tienda de videojuegos más confiable y conocida de mi ciudad; sabía que podía encargarme cualquier juego por internet y esperar pacientemente por él durante unos días, aunque no me considero un chico paciente, más bien detesto comprar por internet justamente porque no soporto esperar a que un repartidor llegue a mi puerta. En lo personal, me gusta comprar mis juegos en formato físico y de forma presencial, de esta forma puedo disfrutarlo de inmediato.
Claro que, como no me decidía entre tantos videojuegos, me vi, me vi en la obligación de preguntarle al vendedor para salir de ese problema, él ya me conocía al frecuentar mucho esta tienda y mientras mencionara su ubicación me entregaba un juego prácticamente gratis.
Hoy encontré un juego de terror por lo que sin pensarlo dos veces me lo compré, era lo que mis seguidores preferían y me interesaba mucho lo que ellos quisieran, aunque me diera un paro cardíaco con cada susto que me llevaba a lo largo del juego. Por último, me encaminé a otra tienda para comprar luces, eran esas típicas luces navideñas de color blanco que cambiaba a un tono más azul -de hecho, por esa única razón las compré- además de seguro en cámara se veía mucho mejor mi fondo para grabar videoblogs.
De camino a mi casa encontré un puesto de comida en donde vendían "sopaipillas con palta" que no tardé en comprar, además como soy un chileno que se respeta, me la iba comiendo de camino a mi casa. Mi día parecía perfecto, al menos hasta que miré en dirección al cielo notando como las nubes estaban grises, no soy un experto, pero seguramente llovería hoy en la noche o mañana durante el día.
En lo personal, odio cuando estoy fuera de mi casa y comienza a llover, detesto llegar empapado, aunque disfruto aquellos días en donde llueve y me mantengo en casa con una manta cubriendo mis piernas y frente a mis ojos hay una pantalla, ya sea para editar o para ver una serie.
Como aún me faltaba un poco, una vez que terminé de comer me puse el gorro de mi polerón y continué caminando acelerando mi paso, al menos hasta que sentí un brazo rodeando mi cuello y un objeto punzante cerca de mi vientre.
–Si te quedas quieto no te haré nada– escuché decir a la altura de mi oído.
Mis ojos se fueron abriendo con cierta exageración al tan sólo pensar que algo muy malo me podía pasar, mi cuerpo estaba completamente tenso y mis nervios salían a la luz, tenía un ligero miedo al ser la primera vez que me intentan robar, algo que sin duda no me gustaba ¡Nada!
–¿Q-Que quieres? –pregunté asustado y con la voz temblorosa.
–Gírate– demandó, no sabía si debía obedecer, pero algo estaba claro, no estaba en condiciones de resistirme si una navaja amenazaba con abrir mi vientre– ¡Vamos! –dijo al no girarme enseguida.
No quería girarme, no quería ver a mi atacante, pero lo hice de forma lenta y con miedo de ver a un hombre de películas de terror ¿qué tal si le faltaba media cara? Tenía mucho miedo de recordar aquel rostro toda mi vida, pero me relajé al ver que se trataba de un chico de cabello prácticamente negro, sus ojos celestes eran exageradamente claros, además su color de piel no era ni muy blanca, ni muy oscura. El chico era guapo y alto, quizás medía entre 1.80 a 1.85, mientras que yo no sobrepasó el metro setenta y cinco.
Sé que ya lo mencioné, pero sin duda era exageradamente guapo...
–Me pareces familiar– dijo observando mientras yo estaba embobado y con miedo a la vez–Como sea, dame tus gafas– demandó.
–¿Qué? –solté aturdido–no, no quiero–me resistí, aquellas gafas habían sido un regalo de una suscriptora y no quería perder aquel regalo tan pronto, eran algo importante para mí.
–¿Eres tonto o que te pasa? – dijo con cierta diversión antes de quitarme las gafas para ponerlas él.
Ok, no puedo pelear ahora por ellas, no si me encuentro en desventaja ¿por qué nunca salgo con un arma para defenderme? Ah... cierto, no tengo armas al creer que nunca me pasaría algo como esto en un lugar tan frecuentado y tranquilo.
–Te las devolveré luego– me tranquilizó– sólo debo pasar desapercibido– me arrinconó en el muro de una casa– me están siguiendo ¿vale?
–Ya... y... ¿Qué quieres que haga yo? Es tu problema– dije sin interés.
–Eso ya lo sé, pero ahora también es el tuyo, si me descubren me verán a tu lado, es decir, creerán que eres de mi equipo– sonrió de lado– mira no planeo hacerte daño– me tomó de la barbilla alzando mi rostro para que él pudiera verme mejor– sería una lástima arruinar una cara tan linda.
Mi corazón se volvió loco, comenzó a dar brincos por la emoción y adrenalina que sentía en ese instante, no sabía que le estaba pasando, pero mis mejillas se fueron tornando un poco calientes ¿seré tonto? No puedo creer que me haya sonrojado por un simple comentario de un delincuente atractivo; Él miró para ambos lados sin prestar atención a mi reacción, le importaba más perder a las personas que lo estaba siguiendo, de hecho, cuando no vio a nadie se apartó lentamente de mí guardando su cuchilla, quizás lo hizo para que confiara más en sus palabras, aunque no entiendo por qué me abrazó por la espalda para caminar de aquella forma mientras me iba susurrando cerca de mi oído que actuara más normal, y claro, también mencionó que parecía muy obvio ¿qué pensaba? Yo no quería aparentar ser su pareja porque eso era lo que estaba aparentando en ese momento ¡qué vergüenza!
Lo peor es que más adelante pude visualizar a una de mis seguidoras, no quería que me viera con aquel sujeto o haría preguntas y podría alterar mi canal, mi reputación se podía ver afectada si ella decía algo o si directamente nos grababa como evidencia.
–Mierda...– susurré al pensar en los problemas que podría traerme si me veía.
–¿Qué pasa? –preguntó con cierta preocupación, quizás porque creyó que había aparecido uno de sus enemigos.
–Ella es mi seguidora y...– fui diciendo mientras bajaba la cabeza para ocultar mi rostro.
–¿Seguidora? –preguntó antes de girarme haciendo que le diera la espalda a la chica, de esta forma, inconscientemente oculté mi cabeza en su pecho para así ocultar mi rostro, sin embargo, debido a mi inocente acción, él dibujó una sonrisa divertida en sus labios tras verme tan vulnerable entre sus fuertes brazos –Ya se fue...–me avisó.
–Uff...– me he levantado aliviado y mucho más tranquilo antes de volver a girarme para seguir caminando.
–¿Eres algún famoso? –preguntó con curiosidad.
–Algo así...– respondí antes de que me hiciera chocar con brusquedad en una pared, claramente me sorprendí por su reacción, además una de sus piernas se pasaba por entremedio de las mías arrinconando contra esa pared, ¡¿Que estaba pasando?! No podía pensar con claridad, pero él actuaba de forma nerviosa.
–¿Ves a esos sujetos de negro? –preguntó por lo que miré con disimulo– Ellos me están siguiendo.
–Se están acercando...– le advertí.
–¡Oh mierda!– maldijo antes de tomarme de las mejillas para alzar mi rostro, mis ojos se fueron abriendo como dos grandes platos al comprender lo que ahora estaba por pasar, sus labios estaban a escasos centímetros de los míos, sin embargo no tardó mucho en acortar aquella distancia con un beso, no sabía si responderle, aunque pude ver cómo esos sujetos nos miraban con cierto interés, pero como fui entrecerrando mis ojos de forma lenta, noté como ellos se rendían y bajaban por donde nosotros habíamos venido antes. Por supuesto que no corté el beso de inmediato, más bien esperé que avanzan unos minutos antes de cortar el beso en busca de mi aire perdido.
–Y-Ya se fueron...– dije jadeante.
–Sí, ya lo noté– respondió con una sonrisa divertida y mucho más relajada en su rostro– ¿sabes? Parece un tomate ahora mismo.
¡Mierda! ¿Por qué no pudo ignorar mi sonrojo igual que antes? No puedo creer que me haya sonrojado otra vez, ¿por qué esto debía pasarme a mí? Se supone que solamente fue un beso, le he dado millones de besos a chicas que ni siquiera me interesan, entonces ¿por qué me pongo tan nervioso? Esperé impaciente a que se alejara de mí, algo que hizo al cabo de unos minutos para luego seguir caminando como si nada hubiera pasado, incluso me devolvió mis gafas y me quitó mi capucha, iba a reclamar por su acción, pero su sonrisa me logró detener.
–Soy Max– se presentó.
–Yo Alex– dije entre dientes al estar molesto conmigo mismo. Mi corazón estaba palpitando como nunca lo había hecho, es como si yo hubiera corrido millones y millones de kilómetros sin descanso alguno, mis manos temblaban, pero ya no tenía miedo, únicamente estaba nervioso.
–¿Vives cerca? –preguntó.
–Sí...– respondí perdido en mis pensamientos.
–Gracias por tu ayuda– sonrió– y lamento haberte asustado.
–Ya qué...– respondí desviando mi mirada un poco molesto ¿no debería disculparse también por el beso? ¡Agh! Que idiota, lo odio.
–¿Qué tienes? – Quiso saber mientras buscaba mi mirada– ¿te has sonrojado otra vez? – Comentó divertido, algo que me irritó aún más– ¿ha sido por el beso?
–Cállate– él se ríe–¿no deberías disculparte por eso también? –dije deteniendo mis pasos al estar fuera de mi departamento
–No veo la necesidad– me miró a los ojos y algo en mí se estremeció– sé que te gustó– fruncí el ceño mientras él ampliaba su sonrisa– ¿vives aquí?
–Sí–dije mirando en otra dirección.
–¿En qué piso?
–Último– respondí sin pensar, luego cuando me di cuenta de lo que había dicho no encontré el tiempo para excusarme –digo...– traté de mejorar mi respuesta con una mentira.
–Con que en el último...– susurró con una sonrisa divertida mientras miraba hacia arriba.
Mierda le acabó de decir donde vivo, ¡soy idiota! ¡Mejor le entregó las llaves para que pueda entrar y "tomar prestado" todo lo que quiera! ¡¡¡Soy imbécil!!!
–Tranquilo que no lo usaré en tu contra–se reía de mí– te invito a un trago– ofreció amablemente por lo que desconfíe enseguida.
–No gracias– contesté.
–Venga–insistió– sólo para conocernos y beber un poco.
–No lo sé...– dije aún desconfiado.
–Mira, vamos a comprar unas cervezas, te llevo a mi casa y las bebemos.
¿En su casa? ¿Por qué en la suya? ¿Qué más planea hacer este sinvergüenza? – No, prefiero que sea en la mía– respondí por lo que liberó un suspiro cansado y divertido al mismo tiempo.
–Vale, vale, beberemos en tu piso– hizo una pausa– ¿te han dicho alguna vez que eres muy desconfiado?
–No– respondí consiguiendo que sonriera y que caminara conmigo a su lado directamente hasta la licorería que quedaba más cerca; Debía estar loco, sólo una persona loca dejaría entrar a un chico que tiene todas las pintas de un delincuente a su departamento, pero me siento atraído por aquel delincuente, espera ¿qué he dicho? ¿¡En que estoy pensando?!