Capitulo 5: ¡La Llegada De Matthew!
Estoy en una cafetería descansando y tomando un delicioso té matcha y disfrutando de mi ensalada de frutas, luego de comprar las cosas que me faltaban para la llegada del bebé, al terminar me dirigí al baño para lavarme las manos y hacer pipí este embarazo ha hecho de que vejiga sea muy sensible ya no me puedo ni reír sin orinarme encima, al salir del baño mis piernas se volvieron gelatina
-¡Stan! –con una mujer pelirroja y muy cariñosos la rabia invadió todo mi cuerpo, no porque sienta algo por él, me molesta el cinismo, es lo que más odio, decido pasarle por el lado con las bolsas y él me divisó y su rostro palideció-
- Sarah –Seguí caminando ignorándolos por completo- Sarah ¡espera! –Me toma del brazo- ¡Wow! Estás enorme -Ruedo los ojos-
- ¿En serio? Es lo que tienes que decir, vuelve con tu nueva amiguita
- ¡No! No es lo que piensas es la decoradora de mi oficina
-¡Ah carambas! Tienes dinero para decorar pero en ningún momento me has llamado para hacerte cargo de los gastos de este embarazo ¡increíble!
- Bueno… tú me dijiste que no necesitabas nada…
-¡Eres un idiota! –Lo golpee por la cabeza con una de las bolsas- No quiero volver a verte nunca más ¿Me comprendes?
- ¡Cariño! ¿Qué está pasando aquí? ¿Quién es ella? –La mujer sale y me mira de arriba abajo con desaprobación y a la vez con una sonrisa de burla por mi vientre abultado-
- ¡Eh! Ella es…
- La madre de su hijo –Abrió completamente los ojos sorprendida- Sí, él y yo fuimos amantes, y no le creas cuando te diga que se va a divorciar porque en los tres años que estuvimos juntos me vino con el mismo cuento y fíjate solo conseguí que me embarazara pero aún sigue divorciado, le sonrío- ¡Adiós!
Cuando me giro logro escuchar que la mujer empieza a pedirle explicaciones y a reclamarle, voltee para ver la escena y mis ojos pudieron capturar el momento en que la mujer le planto los cinco dedos en su mejilla derecha puedo decir que se le salió un escupitajo y en ese momento sentí una gran satisfacción.
Ya me sentía cansada de caminar cuando di dos pasos me detuve y mi vista fue hacia mi entrepierna, estaba mojada se me había roto la fuente y de inmediato mis nervios se fueron al nivel más alto, estaba sola con un montón de bolsas y no sabía que hacer porque nunca había pasado por esto de pronto comencé a sentir un gran dolor en la parte baja de mi espalda pude divisar un taxi y como pude le grité
-¡TAXIII! Por favor lléveme al hospital Health Bay
- Ok, Pero señora por qué esta mojada, no acabo de lavar el taxi -Me sorprendí al verlo, el hombro con ojos cálidos, pero una vez mas el dolor me invadió-
- Conduzca idiota que entré en trabajo de parto y si algo me pasa le juro que lo haré pagar ¡RAPIDO! –Le grito y otra contracción aparece- ¡Aaaay! Esto como duele
- Por favor no vaya a dar a luz aquí, se lo suplico
- Tú solo conduce -Le ordené sin dejar de verlo por el retrovisor, la verdad en estos momentos no estaba para romanticismo, aunque si es una gran casualidad encontrarmelo de nuevo-
- Sí, si eso hago –Mete el acelerador movimiento que hace que mi cuerpo se estampe por completo en el espaldar del asiento-
-¡OYE IDIOTA! Llevas a una mujer embarazada no a un saco de papas ¿Dónde te enseñaron a manejar eh?
- ¡Cálmese se manejar muy bien!
-¡Aaaaaay! -Las contracciones son cada vez más fuertes y en menos tiempo, las bolsas y yo nos movíamos de un lado a otro, este tipo esquivaba a alta velocidad todo auto que se le atravesaba-¡CUIDADO! ¡Dios mío! Este imbécil nos va a matar
- Ya llegamos, en tiempo récord –Se baja y bordea el auto para abrirme la puerta y cuando me salgo tomo mis bolsas y comienzo a golpearlo-
- ¡Idiota! Casi me matas del susto ¿Cómo te atreves? – Le di por la cabeza con la bolsa que hizo que le rebotara luego le di con la otra y él se defendía con las manos colocadas sobre su cabeza
-¡Señora, por favor cálmese! ¡Ayúdenme, por favor! –Salieron dos enfermeros con una silla de ruedas y un médico- Entro en trabajo de parto, pero está histérica
-¿HISTERICA? –Le vuelvo a pegar con las bolsas que ya están magulladas de dar tanto golpes-
- Señora por favor siéntese, ¿Cuándo comenzó a tener contracciones? ¿Y cuánto tiempo tiene de embarazo? -Suspiré-
- Tengo treinta y siete semanas y las… contracciones comenzaron hace quince minutos, cada una es cada dos minutos o menos ¡Aaaaayyyy!
- Ok la llevaremos a la sala de partos
(***)
- ¿Qué haces aquí? –Le digo entre dientes aguantando el dolor que tengo en todo mi cuerpo, sobre todo en mi zona intima-
- No me has pagado el traslado, yo vivo de eso -Cuando iba a hablar entró el medico-
- Bien Sarah, vamos a chequearte, señor si se va a quedar póngase una bata, prepárese
- No, yo no…
- Ella necesitara toda la ayuda, así por favor no quiero escuchar más, bien Sarah, este bebe ya viene es hora de pujar
Comencé a pujar y el taxista me dio su mano que apreté con toda la fuerza que pude, de reojo vi cómo se puso rojo y se le doblaron las piernas, de verdad no fue mi intención hacerle daño pero cuando vas a sacar a un humano de más de tres kilos las mujeres nos convertimos en hulk
- ¡Vamos Sarah! Una vez ¡Puja!
- ¡Aaaaaaaayyyyyy! ¡Como duele!
- ¡Lo sé, lo sé! Pero el dolor valdrá la pena créeme, la siguiente contracción déjala pasar y luego puja
- ¡Listo!
Mi respiración era bastante agitada estaba llena de sudor y sumamente agotada pero increíblemente aun tenia fuerzas para recibir a mi hijo en brazos, el idiota del taxista no sé qué fue lo que vio que cayó desplomado al piso de la impresión, ¡Hombres! ¿Y se dicen el sexo fuerte? Por favor, escuché llorar a mi bebe
- Felicidades Sarah es un varón -Sonrío y lloro al mismo tiempo, nunca había sentido una emoción como esta, lo tomé en mis brazos-
-¡Hola pequeñito! ¿Así que eras tú el que me pateaba todas las noches y me dabas esos antojos extraños? ¡Ooooh eres muy guapo! –Le besé su cabecita-
- ¡Estoy bien!, ¡Estoy bien, gracias! ¡Eeeh! Felicidades -Miro al idiota y la enfermera nos mira extrañada-
- Pensamos que usted era el padre del bebé
- ¡Está loca! –Le digo-
- No, yo solo fui el taxista que la trajo, nada mas -Vi lo educado que fue y pensé que de no ser por él...-
- Te lo agradezco, de no ser por ti, estaría dando a luz en la calle, discúlpame por insultarte y golpearte, solo estaba…
- Nerviosa –Me sonríe sin apartar la vista de mi bebé- ¿Ya sabes que nombre le vas a poner?
- Sí, se llamará Matthew
- Lindo nombre ¡Hola Matthiew! Eres un campeón ¿Eh?, hiciste que tu mami me dejara prácticamente sin dedos –Ruedo los ojos-
- Ese dolor no es nada en comparación con el que acabo de sentir así date por afortunado de no tener que pasar por algo así además ¿Por qué te desmayaste? -Niega con la cabeza-
- Nunca podría describírselo a nadie –No pude evitar reírme por el comentario con esa cara de susto-