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Capítulo 42

Y lo siento si la gente siempre te ha juzgado por tu nombre - dice mientras espera directivas mías. Lo miro y le sonrío - ves Leandro, la gente siempre te ha juzgado

juzgado sólo como Evans, nunca como Vera, sólo la dulce Olga y Thiago me vieron tal como soy!... ¡Pues ahora tú también!... A mí también me gustas, eres un hombre guapo y estoy seguro de que Eres una buena persona pero... Primero leo oscuridad en tus ojos... ¿Qué es?... ¡¿Quién eres realmente?! -

- Yo... - niega con la cabeza como si le impidieran decirme lo que realmente pasa por su mente y no sé por qué pero me fascina.

Me acerco y tomo su cara con ambas manos.

- ¿ Qué te hace sentir mal? ¡Usted me puede decir! - le digo en voz baja

- sabes cuando quieres hacer algo. Hace tiempo. ¿Pero ahora no sabes si vale la pena? -

yo sonrío

¿Pero ahora no sabes si vale la pena? - sonrío

- créeme, ¡sí! - le digo sinceramente

- bueno... me haces así. Tú influyes en mis decisiones. Mis pensamientos. Y no es muy profesional .

No sé que responder, lo miro sin mover un músculo, sin detenerme a mirar sus ojos tan oscuros y profundos, sin quitar mis manos de su hermoso rostro.

- Juego con armas abiertas. Al menos cuando puedo. Ahora mírame y dímelo. ¿Cuáles son tus intenciones con ese Thiago? - es directo cuando habla. A veces demasiado.

- ¡ Ninguno! - Le digo porque no sé que más decir, no estoy enamorada de Thiago, cuando me ofreció su ayuda me dijo lo que siente por mí, y yo le dije que tal vez algún día podría corresponderle. , casi muere por mí, y no puedo cumplir mi palabra, no puedo.

leandro

La miro y no sé si es por miedo o alguna emoción que no sé pero Vera duda.

- está bien. ¿Adónde te llevo ahora? - le digo restableciendo la distancia entre nosotros.

- ¡ Me gustaría ver el mar! Sé que está un poco lejos pero ¡realmente lo necesito! - me pregunta casi como una súplica

¿Adónde te llevo ahora? - le digo, alejando la distancia entre nosotros - ¡Me gustaría ver el mar! Sé que está un poco lejos pero ¡realmente lo necesito! - me pregunta casi como una súplica

- puedes hacer lo que quieras. Muy bien. Te llevaré inmediatamente. Si quieres el coche está conectado por Bluetooth y puedes seleccionar la música que quieras de los canales de streaming - Le digo intentando tranquilizarla.

- ¡ sí! - pone una canción y se apoya en el asiento mirando hacia afuera, la canción habla de un amor que terminó mal y ella parece estar muy triste

- Vera…escucha – le digo esperando que no me mande al infierno

- No creas lo que has visto hasta ahora. Estoy hablando de tu familia. El mundo exterior está esperando que lo experimentes. Para ser experimentado. Y si no has encontrado cariño y amor en las personas cercanas a ti excepto en tu madre, no significa que será lo mismo para ti .

Me mira y sonríe dulcemente.

- ¡ Lo sé! Crecí con la frase ¡quédate en tu lugar o cállate, eres mujer, o todos mueren por tu culpa! ¡Te equivocas! ¡Tienes que ser diferente! ¡Al final Leandro! ¿Quien soy? - me pregunta pero es como si se lo estuviera preguntando a ella misma

- Esa es la pregunta del millón, cariño. Al final, a veces nosotros mismos somos incapaces de vernos a nosotros mismos. Definirnos a nosotros mismos -

- ¡ Un día me iré volando! ¡Lejos de todo! ¡Lejos de todos! ¡Y seré libre! - susurra mientras la veo relajarse y cerrar los ojos - aunque no tan lejos de mí

- ¡ Un día me iré volando! ¡Lejos de todo! ¡Lejos de todos! ¡Y seré libre! - susurra mientras la veo relajarse y cerrar los ojos.

- aunque no tan lejos de mí... - le digo mientras nos detenemos en un semáforo.

El me mira y me sonríe

- ¡ Está bien! - me dice dulcemente

- excelente - le sonrío mientras en dos horas finalmente estamos a la orilla del mar y el viaje fue divertido. Nos reímos y cantamos. Como si nada hubiera pasado.

La veo correr hacia la orilla y quitarse los zapatos para mojarse los pies.

- ¡¡¡ Es una sensación maravillosa!!! - dice alegremente abriendo los brazos como si fuera un pájaro y respirando el aire del mar mientras lo mira sonriendo - Yo haré lo mismo entonces - le digo mientras también me dejo los zapatos y me sumerjo en el agua.

- ¡¡¡ Es una sensación maravillosa!!! - dice alegremente abriendo los brazos como si fuera un pájaro y respirando el aire del mar mientras lo mira sonriendo

- Entonces haré lo mismo – le digo mientras también dejo mis zapatos y me sumerjo en el agua.

- ¡¡¡ Es una sensación maravillosa!!! - dice alegremente abriendo los brazos como si fuera un pájaro y respirando el aire del mar mientras lo mira sonriendo - Yo haré lo mismo entonces - le digo mientras también me dejo los zapatos y me sumerjo en el agua.

- ella es hermosa ¿verdad? ¡La sensación! ¡El aire! ¡El mar! ¡El sol! ¡Me quedaría aquí para siempre! - me dice muy feliz

- si tienes razon - te lo digo sinceramente

- ¡ Leandro!... ¡Ups! - me tira agua a la cara y se echa a reír como un niño

- LO PONE ASÍ, ¿EH? - empezamos a perseguirnos y me río porque me estoy divirtiendo mucho hasta que la veo tirarse al agua y luego la sigo y se sorprende

- me enseñaste bien ¿ves? - me dice tímidamente

- Yo diría que sí… y quién sabe puedo volver a internarte – le digo mientras le quito el pelo de la cara.

- ¿ Y qué más te gustaría enseñarme? - me pregunta sonriendo con curiosidad

- bueno... un maestro nunca revela sus trucos.... - le digo mientras la veo mordiéndose el labio

- ¿ No era eso un mago? ¡Un mago nunca revela sus trucos! - me dice levantando una ceja

- ¿ Tú y yo seguimos las reglas? -

- ¡ Creo que no! -

- y por lo tanto.... - susurro a un paso de sus labios

-¿Qué estás haciendo? - me pregunta sin moverse - esta vez no haré nada

-¿Qué estás haciendo? - me pregunta sin moverse

- Esta vez no haré nada... si quieres algo, tómalo... - le digo haciéndola sonrojar.

Roza mis labios con los suyos y me mira a los ojos.

Lo tomo como consentimiento y coloco mis labios sobre los de él y la sensación es diferente. Único. Nunca lo he probado. La siento aceptar tímidamente este sentimiento entre nosotros y es instintivo sonreír en sus labios.

La siento aceptar tímidamente este sentimiento entre nosotros y es instintivo sonreír en sus labios.

- Leandro, no, es la primera vez que... - tímidamente me hace entender que este es su primer beso.

- y tú me lo dijiste... Me siento honrada pequeña... - Toco sus labios con mis dedos como para volver a sentirlos. Sabía que sería peligroso dejarla ir, pero ¿qué puedo hacer si ella se metió con mi mente y ahora tal vez con mi corazón?

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