Capítulo 4
Me puse las manos en el pelo llorando aún más fuerte. Miro la esponja, la tomo y le pongo el gel de ducha. Rápida y contundente empiezo a pasarlo por todo mi cuerpo, sobre todo en mi intimidad.
Continúo hasta que veo que mi piel se pone roja.
Me enjuago, salgo de la bañera y luego me envuelvo en una bata de baño. Voy a mi habitación y lentamente me acuesto en el costado de la cama, acurrucándome.
Puse una mano sobre mi privacidad, como para protegerla.
No puedo hacer nada. No puedo denunciarlos a la policía, de lo contrario matarán a mi padre, pero la ira... hierve dentro de mí.
De una cosa estaba segura: no podía dejar que se saliera con la suya. Me levanto de la cama y luego me visto, me maquillo apresuradamente aunque me duele todo el cuerpo.
Una vez que termino de vestirme, tomo las llaves, me acerco al espejo y con dificultad me miro, arreglando el cuello de mi suéter para no mostrar los moretones.
Salgo de casa y me dirijo en un taxi hacia el penal. Una vez que llego me bajo del auto y como esta mañana me hacen las revisiones.
Voy a la celda de aislamiento de Albert Baker, miro al guardia y le digo: .
El guardia me observa atentamente y justo cuando está a punto de abrir la puerta llega el gerente y me pregunta confundido: .
Respiro hondo diciendo: .
El director asiente lentamente y luego dice: . Separo mis labios. .
Este último coloca una mano en mi hombro y mientras me mira preocupado me pregunta: .
Inmediatamente quito su mano de mi hombro. Me recompongo diciendo: .
dice el director, abriendo el camino. Llegamos frente a una puerta, creo que es su oficina.
, pregunto mientras miro a mi alrededor.
dice saliendo de su oficina. Me siento, veo dos vasos de plástico, me acerco y los tomo mientras siento la mirada de Williams sobre mí.
digo con una leve sonrisa.
Lo veo avanzar hacia mí y de atrás me pregunta: .
De repente me pongo rígida cuando toca mis caderas. Lo alejo de mí y de repente me arrincono.
Digo mirando hacia otro lado pero él insiste y me atrae hacia él. digo mientras mis ojos intentan ahuyentar las lágrimas.
dice empezando a desabrocharme el pantalón.
Grito llorando y justo cuando está a punto de meter su mano debajo de mis bragas veo a Baker alejarlo de mí.
Me recompongo rápidamente. Rápidamente me limpio las lágrimas.