

Capítulo 1
Punto de vista de Robert
Odio llegar tarde al trabajo.
También odio aparecer después que todos los demás.
Camino por las concurridas calles de Manhattan con la vista puesta en el teléfono del trabajo. Me he perdido la reunión matutina que siempre organizo.
Mierda.
Me guardo el teléfono en el bolsillo y siento que un cuerpo se estrella contra mí. Dejé mi maletín en casa porque me desperté tarde y ando apurado. Así que tengo que llevar todo. Los archivos que tengo en las manos caen a la acera y siento que se me tensa la mandíbula.
- Lo siento mucho. - Una voz dulce e inocente llena mis oídos. Me arrodillo y recojo mis papeles que se están llevando el viento suave.
Miro a la chica que tengo delante. Tiene el pelo castaño claro recogido en una cola de caballo, con uno o dos mechones cayendo delante de su cara; sus ojos azules parecen avellana por el sol. Su belleza es decente teniendo en cuenta las chicas mayores que he conocido. Parece joven. De principios de los 90, diría yo.
Su atuendo confirma que es más joven, tal vez. No mayor. Lleva unos vaqueros desgastados de color azul, rotos en las rodillas y arremangados hasta los tobillos. Su camiseta es gris y sus zapatos son unos Converse blancos sucios. Parece desaliñada y en general un desastre.
—La próxima vez ten cuidado por dónde vas, ¿sí? —digo , y mi voz se hace más grave. Si no se hubiera topado conmigo, no habría llegado más tarde. Esto es el colmo de mi día de mierda. Sus ojos me miran fijamente y se muerde el labio inferior.
- S-sí. - Balbucea. - Perdón por eso otra vez. Me perdí en mis pensamientos. - Me dice la chica.
- Uh, uh. - Me entrega los papeles que recogió. Me levanto y sigo caminando.
Ahora todos mis papeles están fuera de orden y tengo que sacar más tiempo de mi día para hacerlo.
Genial. Hoy ya es un día horrible.
***
Un golpe en la puerta de mi oficina hace que mis ojos se desvíen de mi computadora. - ¡Pase! - grito. Sigo escribiendo de nuevo.
- Hola Evans . - Dice una voz alegre. Miro hacia arriba y veo a Liam.
- ¿Qué necesitas? - pregunto.
- Jesús, ¿no puedo hablar con mi amiga ?
- Estoy un poco ocupado, señor Payne -digo con voz aguda.
- Lo haré rápido entonces. En la reunión de hoy hablamos de los nuevos pasantes que vienen mañana. - Suspiro.
- Sí, sí. ¿Y qué pasa con ellos ?
- ¿ Quizás sea más amable? Los pasantes del año pasado fueron despedidos en dos semanas .
- ¿ Y? -
- Esta oficina editorial necesita pasantes. Algunos de nuestros editores son demasiado mayores para escribir a máquina y a máquina. Necesitamos caras nuevas. -
- Esperemos que hayas elegido buenos pasantes este año. - Le respondo. - ¿Algo más? -
- No , señor Evans . Que tenga un día de mierda. - dice Liam. Sale de mi oficina y la puerta se cierra de golpe detrás de él.
Sólo si supiera que mi día ha sido una mierda desde que me desperté.
¡Diablos, mi vida ha sido una mierda durante años!
Salgo de mis pensamientos y lentamente vuelvo a escribir.

