7. ¿Qué Buscas de Mi?
[DHARA]
Al día siguiente: 7 de junio
Se me parte la cabeza, pero los compromisos no se hacen esperar, salgo de la habitación sabiendo que en una hora debo estar preparándome para la primera sesión de fotos, cuando escucho su voz proveniente de su habitación “No, todavía no he conseguido que me dijera nada, pero si he visto lo que me conto. Efectivamente estuvo embarazada de él, voy a tratar de averiguar lo que más pueda de ese asunto”
«¡¿Qué?! ¿Acaso esta aquí solo para buscar información de mi?» Me pregunto por dentro y comienzo a preocuparme «¿Quién es Xan?»
Estoy perdida en mis pensamientos cuando de repente la puerta de su habitación se abre y allí aparece él y sus ojos grises me miran fijamente. Esta claro que está sorprendido al verme aquí —No creí que serías tú quien me esperaría después de como estabas anoche— Comenta tratando de hacerse el gracioso, pero yo no le encuentro el chiste por ninguna parte.
—¿Quién eres Xan? ¿Por qué hablabas de mi embarazo? Pero sobretodo ¿con quien? ¿Qué estas buscando?— Le pregunto sin pausa entre una pregunta y otra y su cara cambia por completo.
—Dhara…— Trata de decir y levanto mi mano.
—Piensa muy bien que es lo que vas a decir, sé perfectamente quien era él… si eres su enemigo o alguien que lo busca dímelo ahora, tienes hasta el desayuno para hacerlo— Murmuro y es que en esto se ha convertido mi vida desde el momento que Miguel Jensen o mejor dicho Javier Linares se inmiscuyo en mi vida y lo arruino todo. Él hizo que no volviera a ser la misma, que no pudiera confiar en nadie más, que fuera juzgada por todos, que tuviera que reír cuando lo único que quería era morirme a cada minuto que alguien decía algo sobre mi… me hizo tantas heridas que no sé ni como curarlas.
Camino por este pasillo sintiendo que las balas que disparo ese hombre me siguen hiriendo cuando de repente siento unas manos sujetando mis brazos y me arrastran hasta una habitación —No grites, no te voy a hacer daño— Me pide Xan y siento como mi respiración se agita.
—¿Qué quieres? ¿Eres uno de ellos?— Le pregunto asustada cuando me doy cuenta de que estoy dentro de su habitación y él cierra la puerta —Dile que yo no diré nada, se lo jure el día que me perdono la vida…— Murmuro prácticamente arrodillándome frente a él, pero lo evita.
—Dhara, yo no soy de ellos, soy de la DEA— Me dice sacando la placa de su bolsillo y me la muestra. —Sé todo lo que paso con Miguel… bueno, Javier… sé que él se obsesiono contigo, que se hizo pasar por un representante de una agencia falsa, que te llevo al estrellato, en fin, todo eso. Necesito que nos ayudes a localizarlo y capturarlo, creía que todavía estabas en contacto con él, pero veo que no es así. Yo puedo ayudarte con tus problemas si tú nos ayudas a nosotros — Continua.
—¿De que hablas?— Pregunto confundida y trato de no mostrar lo mucho que me sorprende el hecho de que sea un agente de la DEA.
De repente él saca su celular del bolsillo y comienza a mostrarme unas imágenes —Te tienen vigilada y no dudo que tengan intervenido tu celular, saben cada movimiento que das, estás en peligro Dhara… dime algo ¿Qué tanto daño te hizo Miguel?— Me pregunta y apenas puedo mirarlo a la cara.
—¿Cuándo no sabía quien era o cuando supe que era uno de los narcotraficantes más buscados de España?— Le pregunto al borde del llanto.
—Ambos—
—Miguel me mato como mujer y Javier termino con lo poco que quedaba de mi… asique no sé, supongo que sus dos versiones han hecho un muy buen trabajo para que Dhara dejara de existir— Resumo y miro la hora —Xan, yo entiendo todo tu juego de policías y ladrones, pero tengo una sesión—
—Dhara ¿No te interesa nada de lo que te estoy diciendo?— Me pregunta serio y encojo mis hombros.
—Hace tiempo que ya no me importa nada…— Rebato firme.
—¿Ni por tú hijo?— Inquiere y lo miro fijamente.
—¿Podemos hablarlo después? Es que no te fuerzas ahora— Murmuro.
—Iremos a cenar esta noche y lo hablaremos, debemos tener mucho cuidado, como te dije su gente te esta siguiendo, esto no es un juego— Me informa y simplemente asiento.
—Esta bien— Es lo único que respondo y tal vez son los antidepresivos los que hacen que todo ya me importe casi nada o es la vida misma la que ya me importa nada… no lo sé, tan solo sé que voy hacia la puerta, la abro y salgo de aquí como si esto fuera lo más normal de todo.