Lucia. Un lindo gesto
Todo el fin de semana solo tuve alguien en mi cabeza, Gabriel; era tonto, ¿quién puede pensar tanto en un extraño que nunca vas a ver más?, esos ojos tan claros, su voz tan varonil, tan sexy, me eriza la piel de solo recordarlo, es que su soberbia era perfecta, hay que estar loca para soñar en un extraño.
-¿Estás bien hija?
La voz de mi mamá era lo más dulce que escuchaba cada vez que llegaba del trabajo, siempre me esperaba con una comida bien caliente y un chocolate. Si no fuera por ella me habría retirado hace un tiempo.
Lo difícil de la medicina no es estudiar, las desveladas, los sacrificios, sino aguantar a compañeros o jefes que se dedican a humillar, peor que eso le sumas, ver a niños tan indefensos, debatirse entre la vida y la muerte, ver a sus padres luchando para darle una mejor calidad de vida, algo tan duro por eso llegar a casa ver a mi madre es lo mejor del día.
- Nada mamá, pensaba en un niño que tengo en el área de observación, se cayó y está en coma, necesita varios exámenes según el neurólogo que lo vio, pero sus padres no tiene los recursos para costearlos y en el hospital no los realiza.
- Ya encontrarás la manera de ayudarlo, no te tomes las cosas tan a pecho hija te lo he dicho. Mejor ven a comer antes que se enfríe la comida - en eso tocan la puerta y solo puede ser alguien.
- Hola, mi señora guapa, vine a ver cómo están mis amores, ¿qué huele tan divino?.
-Mi niño, pasa llegas justo a tiempo para la comida.
-¿Qué cocinaste madrina? Esto se ve exquisito.
-Ya deja de halagar a mi mamá, no te va a dar más por ello.
- Deja tu envidia mi dulce, que aunque sea tu madre me consiente más a mí, ¿verdad?, mi Señora guapa.
Santiago era parte de nuestra pequeña familia.
- A los dos los consiento igual, menos charla y más comida. Reímos, fue un fin de semana muy tranquilo, salimos a pasear, llevamos a nuestras madres a comer y a divertirse un rato según mamá Santi era el varón que nunca pudo tener, la pasábamos tan bien.
- ¿En qué piensas mi dulce compañía?, déjame a adivinar en ¿David?, a partir de mañana vas a estar en el área de observación, vas a poder estar con él.
Mañana era lunes, empezaban las nuevas rotaciones, me tocaba bajar a observación, lo malo es que iba a tratar con el ogro de Geller y Sandra, era una compañera de trabajo que estaba un año más que yo, no nos llevábamos bien, ¿por qué? No lo sé, siempre tuve la intuición que no era de su agrado, todo el mundo lo empezó a notar, lo bueno es que solo iba a ser unos días porque salía de vacaciones en una semana.
Amo mi trabajo, pero a veces uno necesita descansar y despejarse de todo.
- Me conoces bien mi Ángel de la guarda, ese niño me tiene con pendiente, antes de irme de vacaciones quisiera dejar todo arreglado para ese niño.
- Ya lo resolveremos, ahora divierte, para eso vinimos aquí.
-¿Cómo lograste que entráramos a un club como este?, yo únicamente reservo en fechas especiales para que mi madre la pase bien, le encanta este club.
¿Has visto a las personas que hay aquí? Si escucho una sifrina más quejándose porque el color de sus uñas desentona con sus extensiones me pegó un tiro.
- Merecemos darnos un gusto y podemos hacerlo Lucia, una amiga me dejo entrar con mi dulce hermana y madre.
-¿Una amiga?..., eres un perro, ¿te lo he dicho? Bueno, como haya sido se le agradece nuestras madres están felices, no la había visto comer tanto dulce y disfrutar del sol como hoy. Voy a buscar unas bebidas.
Cuando me acerque al bar del restaurante estaba alucinando ahí estaba mi maravillosos ojos claros con su amigo Sebastián, no lo podía creer o mejor dicho como no creerlo, este lugar es justo para personas como él.
Luego una bella mujer se le acerca plantándole un gran beso, era la misma descerebrada que discutía el color de sus uñas y las extensiones de su cabello.Por supuesto, era de esperarse que un hombre como ese tuviera una mujer como esa.
- Lucía, ¿viste ese dulce que sabroso estaba? -Mami parecía niña chiquita, me hacía tan feliz verla feliz.
- Bueno, señoritas, ya hemos pasado toda una tarde viviendo como ricos, ahora regresar a la vida real donde vivimos los simples mortales.
- Santi, gracias hemos pasado un gran día. Hace un año que no veníamos.
-Tranquila, para eso estamos, ahora vamos a comer hamburguesas.
-*-
Esa noche soñé con mis ojos claros, con esos brazos gruesos y fuertes abrazándome, sus labios besándome en todo aquello que tuviera piel, su miembro rozando mi parte más húmeda y de repente me levante tocándome en mi parte más íntima cosa que nunca había hecho.
Estaba tan caliente y no era precisamente por el clima porque hacia una brisa, cuando me di cuenta lo que hacía paré; era insólito o tal vez no, no era precisamente experta en el tema, soy virgen no ingenua y como médico conozco ciertas cosas y he visto pornografía, pero nunca había llegado tan lejos como para tocarme por un extraño aunque si vamos a hacer sinceros era lo único a donde vamos a llegar.
No lo iba a volver a ver y aunque así fuera los hombres como él no están solos y están con mujeres como esa rubia pegada a su cuello.
-Ya Lucia, no puedes pensar en él, solamente fue un sueño y nada más. Ya quisiera yo un hombre como ese que me haga feliz, pero eso sí que solamente piensa en mí y no ser una de su larga lista, es mucho pedir Lucia.
La mañana siguiente lo primer que hice al llegar al trabajo fue averiguar sobre David estaba respondiendo muy levemente al tratamiento, necesitaba realizarse un TAC (tomografía de cráneo) el neurólogo necesitaba saber dónde estaba la lesión, el tomógrafo del hospital se había dañado, debíamos esperar que bajara la inflamación, pero necesitábamos saber más para tratarlo.
Teníamos dos niños más en sala, estaban estables, uno de 10 años de edad con neumonía bilateral y necesitaba estar con oxígeno, no estaba recibiendo el antibiótico como debía en el hospital, no contábamos con él mismo, los padres no podían comprarlo y había otra niña de 6 años con una acidosis metabólica consecuencia de su diabetes descompensada, aunque ya estaba mejor, tal vez les daríamos de alta en unos días.
Unas horas más tarde llegó la bruja de blear menos mal, teníamos todo listo, aunque la bruja llegó con una sonrisa de tonta igual que el día viernes cuando vio a Gabriel, es más, ni en el pase revista se puso intensa o se dedicó a humillarnos todo lo contrario estaba tan relajada y tranquila que daba miedo.
- Bueno, muchachas hagan las indicaciones, hoy estuvieron bien.
- Gracias doctora estudien los casos y estuve averiguando unas cosas - cuando no Sandra alabando a la bruja y después habla mal de ella.
- Me alegra, Lucia trata de averiguar sobre los padres Herrera para ver si realizan el TAC.
- Ya conversé con ellos doctora, pero no tienen los recursos para pagar la ambulancia ni el examen y ya están buscando los antibióticos.
- Bueno ni modo, seguirá ahí hasta que les dé la gana de pagar una ambulancia y el examen. Sandra lleva las muestras al laboratorio de Carlos - era el niño de la neumonía.
-No es por ganas doctora, es que no tienen el dinero para efectuarlos, ¿no se podría pedir como donación al servicio social o al director?
- Esto no es un centro de caridad Lucia, mucho se hace con atenderlos - acaso no es ese nuestro trabajo, ay no Dios, dame paciencia por tanto egoísmo, fue lo que pensé.
- Si no fuera porque estoy feliz - respira profundo y continua: - deberías buscarte un novio Lucia para ver si te preocupas por otros asuntos que no sean los niños, uno así como Gabriel, eso sí, es un hombre, claro que uno así es mucho pedir para ti, pero siempre hay uno por ahí. Me voy, no maten a nadie.
Agarro su escoba y se fue, esa mujer en vez de médico debió ser cualquier otra cosa como domadora de arpías, se llevaría bien con su especie, además no soy suficiente para un hombre como Gabriel, ush que coraje.
- Hola David, oye, no escuches a esa bruja, tus papás están haciendo lo que pueden para que estés bien, eres un niño muy fuerte y yo sé que vas a despertar en cualquier momento. -me gustaba hablarle a los niños siempre he pensado que aun inconsciente nos escuchan.
-Doctora princesa, ¿por qué él duerme todo el día? Mami dice que los que duermen todo el tiempo son flojos - me pregunto Mili, la niña de la acidosis, me había puesto de esa manera desde que llegue según ella las demás parecían brujas, la imaginación de los niños.
- A ver princesita, él está dormido porque se cayó y se golpeó en su cabeza, no se puede despertar aún, así como cuando tú te enfermaste y no te podías levantar, bueno así.
- Mami dice que cuando yo me enfermo debo estar en cama pala mejorar, pero él no ha comido en días.
- ¿Vez la bolsa que está guindada ahí que comunica con su brazo?.
- Sí, yo también tengo una.
- Bueno, esa es su comida mientras despierta y tu señorita hermosa no debes correr y tener cuidado para que no te pase lo mismo.
- Está bien.
- Lucia llevas las muestras de Carlos a laboratorio y luego pide rayos x de tórax para que se la realicen - claro ya se estaba demorando en mandarme hacer su trabajo.
- Si claro yo la llevo - no tengo de otra, si me niego tendríamos problemas, solo respirar falta una semana y vacaciones.
- Doctora afuera está un señor que quiere saber sobre David, pero no es familiar - Isabel era una de la licenciada del servicio, muy dedicada a los niños y una buena de las pocas amigas que uno hace en el hospital.
- Isabel sabes las reglas, dile que no y ya, no tengo tiempo para estar lidiando con esa gente - Cuando no Sandra y su prepotencia.
- Ya hable con él, pero quiere hablar con una de ustedes -Isa me miro haciéndome entender que le hiciera el favor.
- Bueno, pero es que la gente no entiende. A ver Lucia ve tú, ya que eres tan buena con los familiares.
-Si de hecho ya iba a eso - no me gusto ese tono, de verdad a veces pienso que todos están en mi contra por Dios.
En eso Isabel se me acerco.
-El señor se ve de clase, no seas tan pesada como está, ¿si?.
- ¿Alguna vez me has visto actuar de esa forma con alguien?, tranquila, sí.
Cuando salí a ver con quien tenía que hablar, el mundo no podía hacerme esta jugada tres veces seguidas, ahí estaba mi prepotente y mujeriego hombre mirándome.
Trato de convencerme para que lo dejara pasar o le dijera algo sobre David, aunque quisiera eso no iba a pasar, su prepotencia y superioridad me molestaba, además no negó que esperaba a que Geller fuera la doctora, qué lo atendiera cuando se lo mencione, ¿qué paso con esa flaca descerebrada del club?.
Estuvimos hablando unos minutos, no le gusto mi negatividad cuando le dije que no podía ver al niño y que si quería saber algo debería preguntarle a la familia.
Se nota que es la clase de persona que está acostumbrada a salirse con la suya, ese hombre se desesperaba cuando hablaba conmigo, a veces me miraba con ganas de darme una paliza, es la segunda vez que lo dejo con la palabra en la boca, lo bueno de ser intuitiva y observadora. Aunque era lindo volverlo a ver.
Después de llevar las muestras al laboratorio, subí al servicio, encontré a este hombre una vez más, pero esta vez estaba al lado de David, le hablaba, mire a Carlos y a Mili, les hice señas de que hicieran silencio, quería escuchar que le decía.
- Yo sé que la vida es muy dura, pero hay cosas muy hermosas, además tus papás te deben extrañar mucho campeón, eres un niño muy valiente, tienes muchos años para jugar y darle dolores de cabeza a tus padres, ir al colegio y te diré es fastidioso, pero conocerás muchas niñas que de seguro te van a perseguir. -empezó a sonar la alarma y el pobre se asustó.
Me acerque y la silencie, el hombre me vio, pero no con superioridad sino con preocupación.
- Veo que no sabe entender cuando le dicen que no, ¿verdad? - él ríe como si hubiera hecho una travesura - no debe estar aquí; ¿quién lo dejo pasar?.
- Nadie, me asome, no vi a nadie, así que aproveche para entrar, escuche solo quiero saber cómo está, si puedo ayudar en lo que él necesite puedo hablar con sus familiares aunque me los podrías presentar.- dice de firma coqueta.
- Es insistente, está estable, necesitas unos exámenes, pero sus padres no pueden costearlos y sin ellos no sabremos que tiene con exactitud, es un niño muy fuerte.
-Yo los pago.
-¿Cómo dice?- escuche bien, pero me quiero asegurar de ello, no podía ser tan lindo.
-Que yo me hago cargo de sus gastos, hagan los exámenes que le correspondan, yo me encargo de costearlo.
- Vaya, Gracias, pero igual no tenemos ambulancia para trasladarlo ni hospital donde realizarlo.
- Eso no es problema, podría hablar con sus padres y decirle que se van a llevar a cabo, que yo me encargo del resto.
-¿Eso es una pregunta o una orden? - Era su actitud de mandón lo que me irritaba y debe saber que aquí no manda.
- Por favor, ¿podría encargarse de eso?.
- Eso sonó mejor, puedo, no es tan difícil decir por favor ¿verdad?, ¿pero qué se supone que le diga?, ¿qué un extraño decidió pagar todo por nada?.
-No es por nada, es por su salud.
- ¿El príncipe nos va ayuda princesa?. – hablo desde su cama con su sonrisa y su carita de inocencia.
-Así es muñequita, ¿Tú porque estás aquí?.- le pregunta con un tono de amabilidad que endulza a cualquiera.
- Debe salir, si entra uno de mis superiores me van a regañar.
- No, el príncipe no se puede ir, ¿verdad Carlos?, él nos viene a rescatar, yo estoy aquí porque me puse mal de azúcar, y no podía levantarme - Gabriel me miro tratando de entender que decía. - Y Carlos está aquí porque tiene algo en sus pulmones.
- Sí, mi mamá no puede comprarme los antibióticos aun y por eso tengo esto para respirar.
Él me miro tratando de que le explicara que decían los niños.
- Mili sufre de diabetes y se descompensó, por eso está aquí y Carlos tiene neumonía, no recibió los antibióticos en casa y en el hospital no tenemos lo que necesita, sus padres no pueden comprarlos, es la triste historia de este lado de la vida.
No todos tienen el privilegio de tenerlo todo. - le digo a Gabo sin que los niños nos escuche.
- Eso no quiere decir que no nos preocupemos de quien no tiene ese privilegio - me dije.
- No todos piensan así, de hecho es el primero que veo... Bueno y su hermana.
- Voy a hacer una llamada con su permiso doctora.
- Así salió del área, estaba muy molesto, me pasé con mi comentario, pero ese hombre me hacía perder los estribos.
- Ustedes señoritos vamos a hacer un trato, no le vamos a decir a nadie que ese señor estuvo aquí, ¿de acuerdo?. - los niños me miraron y me dijeron, está bien.
- ¿Princesa?, el príncipe es guapo.
- Listo, está todo arreglado, solo esperan que usted indique y mandan la ambulancia.
- Gabriel entra y ordena, pero este hombre será que no puede consultarme antes, aunque sea tan bello y preocupado.
-¿Así de rápido?, vaya ni siquiera le dije que necesitaba.
- En la clínica lo están esperando, le van a hacer todo lo que usted necesite que le hagan. ¿Será que me puede decir que medicamento necesita Carlos para su enfermedad o también tengo que preguntarle a sus padres?- que arrogante.
-¿También lo va a costear?.
-Sí.
- Bueno, le dije lo que tenían sin sus padres presentes. ¿Me puede decir que clínica es?, para organizarlo todo.
- Vamos a las West-klini.
-¿Vamos?.
- Si vamos, usted es su doctora y yo digo que soy su padrino. Así que vamos los dos.- esa sonrisa que me derrite.- a menos que lo prohíba usted.
- En la ambulancia debe ir solo un representante, el médico, una enfermera, los para-médicos, como ve no hay espacio para usted, pero para que vea que no soy tan mala puede seguirnos, ¿le parece?.
-Eso es algo, ¿cuándo le puedo decir a la ambulancia que venga por nosotros?.
-Debo consultar a mis superiores, ellos deciden cuando y quién va.
-Espera, ¿Me dices que tú podrías no ir sino otra?.
- Si, así es.
- Pero si mal no recuerdo el viernes te mandaban a ti a esas cosas, ¿no?.
- Traslado, me mandaban a mí a cada rato, pero no signifique que no van otros, ahora estoy en área distinta y podrían mandar a otro.
-Pero es tu paciente, ¿no deberías ir tú?.
- No soy la única que está en esta área, lo que me recuerda que debo hacer unos arreglos y no puedes estar aquí.
- Lucia - lo que quería evitar y ahora aquí está.
- Sandra es el señor...
- Gabriel, me acuerdo de usted, en la reunión soy Sandra un placer.
- Mucho gusto doctora.
-¿A qué se debe el placer de tenerle por aquí? - en otra ocasión ya lo estuviera echando a patada y preparando mi juicio, lo que hace ese físico y esos ojos.
- Bueno, estaba esperando que la doctora Lucia me informara para trasladar al niño a realizarse sus exámenes.
-¿Traslado?, no sabía de eso y no se le puede dar información a nadie que no sea padres - mirándome con ganas de matarme - disculpé, no es por usted, son políticas del hospital y la doctora...
- Lo sabe.
De hecho es lo que me decía, que debía salir y preguntar a sus familiares y yo le decía que David lo están esperando en la clínica de West-klini para hacerle sus estudios, ella iba a consultarlo.
- Exacto, así que pues, ya que estás aquí y como el señor Gabriel va a ir puedes cuadrar todo - dijo Sandra
- Por supuesto, ¿para cuándo pueden hacerle el examen?.-le pregunto a Gabriel.
- Ya mismo, si es posible.
- Perfecto.
Lucia cuadra todo para trasladar al niño.
- Voy a llamar para que traigan la ambulancia, con permiso.
En eso llega Daina que esta área pero por el quirófano.
-Buenas, ¿ese bombón no es el del banco central Banks?.
-Sí, es él - Le contesta Sandra.
-¿Qué hace aquí?.
- Vino por el niño del coma, para ayudarlo que lindo.Lucia cuadra todo para poder irme.
- David se llama el niño, ¿vas a ir tú?, pero si no te gustan los traslados - No se necesitaba ser adivino para saber las razones de porque quiere ir, solo hay que ver por la ventana.
- Voy a ir yo, el niño está muy delicado, se puede complicar en el camino - Daina y yo nos miramos, sabíamos que esa excusa era muy tonta, habíamos trasladado a niños igual y peor que David, ella odiaba los traslados - a ver ¿qué es lo que se le debe hacer a ese niño?.
-Necesita hacerse un TAC de cráneo, Resonancia de cráneo, eco de cráneo porque el doctor Roberth está de permiso y no hay quien los haga, más nada.
-¿Todo eso? Y como van a pagar esos padres.- pregunto Daina.
- No creo que vaya a hacerse todo eso, si por encima se ve que no pueden ni con los hijos - Respondió Sandra.
Como podría haber gente que pensara de esa manera tan vil y desconsiderada.
- Con permiso - entro Gabriel otra vez para notificar que la ambulancia ya estaba por llegar.
-Si se va a realizar todos los exámenes que necesita, ¿será que puede revisarlo un neurólogo? – le pregunto a Gabriel - Pero es mucho dinero para esos... humildes personas.- Sandra por poco se le escapa lo que piensa.
- El dinero no es problema, se le va a hacer todo lo que necesita.- Dijo Gabriel.- Y lo va a revisar un neurólogo...
- Bueno, con su permiso voy a esperar con la ambulancia - Gabriel se acercó a mi pequeño - Te espero abajo campeón.
Luego se acercó a Carlos y se despidió con un saludo de mano y después a Mili.
-Princesa, ya me voy, pero voy a venir a verte si te portas bien - le dio un beso en la frente.
- Adiós, príncipe, no te olvides de mí.
-¿Cómo me olvidaría de una princesa tan bella?. Doctoras que pasen linda tarde, nos vemos en la ambulancia. - Esto último lo dijo viendo hacia su teléfono porque podía referirse a cualquiera, pero yo sabía que era hacia mí.
Antes de salir se volteó y me guiño un ojo, yo le respondí con una sonrisa.
Juro que caí redondita era imposible no estar bajo los encantos de ese hombre, fuera lo que fuera era perfecto.
