Sinopsis
Noto que el chico me mira con una sonrisa y luego rápidamente me imita. Camino por la playa con la mente perdida en mis pensamientos mientras observo el fantástico espectáculo del sol saliendo del mar, creando majestuosos contrastes de color y sonrío, olvidándome de repente de todo, los problemas, mi padre, mi hermano, mi confusa vida. , todo desaparece de mi mente. Lentamente me giro hacia Jason una vez que estoy casi en el agua y lo encuentro quitándose la camisa, lo que hace que mi boca se abra por la sorpresa. - ¿ Qué estás haciendo? — le pregunto confundido. — ¿ Qué tal si nos damos un buen baño? — Me pregunta riéndose mientras también se quita los pantalones del cuerpo.
Capítulo 1
Su mano no encadenada a la mía descansa sobre mi cadera mientras que la otra apoya la mía sobre su pecho.
También llevo mi otra mano a su camisa y la aprieto en mis puños mientras tiemblo por todas las emociones que me invaden.
Deja mi mano que permanece en su pecho y con su mano traza una línea imaginaria en mi costado que pasa exactamente a lo largo de mi cicatriz.
Por primera vez no siento dolor al recordar esos momentos, sólo tristeza y melancolía, pero no dolor.
Sonrío contra sus labios justo antes de que nuestras lenguas se encuentren.
Junto mis manos detrás de su cuello y él me abraza con más fuerza.
-¿Qué me estás haciendo? — Pregunta en un susurro y, sin siquiera saberlo, reflejando perfectamente mis pensamientos también.
Apoyo mi cabeza en el hueco de su cuello y él acaricia mi cabello con una mano.
- ¿ Y ahora? — pregunto confundida.
— No tengo la menor idea. — Responde poniéndome rígido.
— Pero por favor no huyas. — Me ruega con tristeza.
- Te necesito. — Confiesa mientras me abraza un poco más fuerte.
Nos sentamos en el suelo y entrelazamos los dedos.
Apoyo mi pierna sobre la suya y mi cabeza sobre su hombro.
—Si Jacob supiera todo esto me mataría. — Afirma haciéndome reír. Odio que no estemos abordando todo esto y los sentimientos que tenemos, pero tal vez ahora no sea el momento.
— Él se preocupa por ti, ¿lo sabes verdad? — Añade seriamente.
Asiento con la cabeza. Él es mi hermano, hay un vínculo entre nosotros que no se puede ignorar.
—¿Por qué me abandonó entonces? — También le pregunto si el hecho de que conozca toda mi historia todavía tiene un efecto extraño en mí.
Él conoce toda la historia de la hija de Andrew y por tanto la mía.
— No fue su elección. — Me tranquiliza tomándome la mano con fuerza.
Empiezo a hablar pero una voz me interrumpe.
— ¿ Has visto a Lena? ¿Una hermosa chica rubia con la cabeza en las nubes? — Grita la voz de Madison desde el jardín detrás del muro donde nos escondemos Jason y yo.
Salto haciendo que Jason se ría y haga lo mismo.
— Tengo que irme antes de que nos vea. — digo agitado.
Me giro y suelto su mano.
- Esperar. — Me detiene agarrándome de la muñeca y girándome hacia él.
Me besa suavemente dejándome estupefacta ya que no entiendo el motivo de este gesto, ¿que realmente le importa tanto? ¿Qué somos ahora?
— Recuerda que estés donde estés, estoy contigo, porque eres un poquito mía, pequeña. — Susurra haciéndome sonrojar.
Sus palabras normalmente me molestarían, me harían sentir como un objeto, pero eso no sucede, porque con él todo es diferente, me dice como si realmente lo quisiera, como si realmente yo fuera importante para él.
Doy unos pasos hacia atrás y salgo corriendo de allí con una sonrisa estúpida y la punta de mi dedo índice derecho tocando mis labios.
—Lena . — Me llama Loco en cuanto me ve.
-¿Dónde estabas? — Me pregunta casi enfadada.
— En ninguna parte, estaba estudiando. — Miento al decirte lo primero que se me viene a la cabeza.
Ella sonríe con picardía, como si lo entendiera todo.
— Está bien, creo que puedo fingir que lo creo. —
Sacudo la cabeza riendo y luego doy unos pasos hacia ella y envuelvo mi brazo alrededor de sus hombros teniendo que ponerme de puntillas para estar a la misma altura junto a ella.
Comenzamos a caminar por el prado iluminado por la tenue luz del sol, ya casi puesto.
- Usted es el mejor. — Lo digo irónicamente aunque en realidad lo digo en serio.
— ¿ A qué se debe todo este buen humor? — Me pregunta, recelosa, cruzando los brazos sobre el pecho.
— Digamos que estoy bastante confundido. — Admito riendo.
Se detiene de repente y me mira.
- ¿ Estas borracho? — Me pregunta preocupada.
Sacudo la cabeza con decisión sin interrumpir mi risa.
— No, simplemente ya no entiendo nada. —
- Te entiendo. — Afirma con seguridad, poniendo su brazo sobre mis hombros.
Empezamos a caminar nuevamente ante las miradas desconcertadas y curiosas de los niños que nos rodean.
— Parecemos dos solteronas consolándose. — Me río mientras miro a mi alrededor.
— Si tenemos que hacer el ridículo, ¡al menos hagámoslo bien! — Exclama y ahora soy yo quien duda de la sobriedad del otro.
- ¡ Saltar sobre! — Me dice que me suba a su espalda.
Riendo y negando con la cabeza, hago lo que me pidió y ella comienza a correr por las calles de la universidad conmigo sobre sus hombros.
-
Cierro la puerta de mi habitación y me giro, acelerando el paso mientras camino por el pasillo.
Casi me caigo cuando una figura aparece frente a mí sin que me lo espere.
—Jacob . — Lo reconozco mientras me mira rascándose la cabeza.
— ¡ Hola Lena! — Me saluda con un gesto nervioso.
Lo observo de cerca y todavía puedo ver las marcas en su rostro y su labio partido.
— ¿ Has visto Loco? — Me pregunta sonriendo.
— Voy hacia ella. — Le informo tratando de ser lo más frío posible.
— Entonces iré contigo. — Afirma con un tono más decidido que antes.
— ¿ Puedo saber qué te pasó? — Lo paso y empiezo a caminar rápidamente mientras él intenta seguirme.
“ Jason… ” susurra y no puedo creer sus palabras.
- ¿¡Qué!? — Me detengo, ahora fuera del dormitorio, atónito.
— ¡ ¿Fue Jason?! ¿Y por qué diablos lo haría? — pregunto con completa incredulidad.
Empieza a caminar de nuevo y lo sigo.
— Tenía sus razones válidas. — Me responde sonriendo.
— Nunca existe una razón válida para golpear a una persona. — digo con seguridad.
Lo miro y noto que sus ojos se iluminan.
Pongo los ojos en blanco: vio a Madison.
También noto que mi amigo se agita al verlo y me muerdo la mejilla para contener la risa.
Él camina hacia ella, acelerando el paso y por tanto también intentando escapar de la conversación.
— ¡ Oye, Jacob! — Le devuelvo la llamada, corriendo tras él.
Se pone a silbar como un niño cuando no quiere escuchar los regaños de sus padres y lo agarro de la muñeca.
Se gira y me mira a los ojos.
—¿Por qué te hizo esto? — Pregunto en un tono de voz más bajo y más tranquilo.
Él sonríe y me mira de una manera extraña, que realmente no puedo describir y luego dice una frase que literalmente me deja atónita.
— Digamos que, finalmente, Jason Collins también ha encontrado su punto débil. —
-
El punto de vista de Jason.
Sonrío como un idiota pensando en lo que hice.
Nos besamos, otra vez, y esta vez sin excusas ni imprevistos, sin llamadas telefónicas y encargos extraños, nos miramos y nuestros labios entraron en contacto, haciendo el momento total y totalmente nuestro.
Sé que suena estúpido, pero no entiendo lo que me está pasando, quiero decir, soy Jason Collins, ¡ciertamente no dejo que una chica me lleve!
El problema es que llevo quizás demasiado tiempo engañándome, no tengo idea de lo que me está haciendo esa chica, pero sea lo que sea, lo está haciendo bien.
Es tan malditamente torpe que me hace reír cada vez que tropieza, y es tan buena que ni siquiera podría matar una hormiga, y luego es muy terca, esto me recuerda un poco a mí, y aún así es hermosa. ella es hermosa en serio, él tiene una sonrisa, dios, cuando él sonríe no puedes evitar hacerlo también.
Nate una vez me dijo que la persona perfecta para nosotros no existe, pero hay una persona que se mete con nuestro cerebro y ya no nos hace entender nada y realmente creo que tenía razón y, por mucho que espero. Me equivoco, me temo que esa persona. Que sea Lena.
— Joder Travis, estoy jodido, creo que estoy enamorado. — Le digo a mi amigo que en respuesta se echa a reír.
—Ya lo sabía, hombre. —
— No intentes abrir la boca, nadie tiene por qué saberlo, ¿vale? — Amenazo al pelinegro detrás del volante, haciéndolo reír suavemente.
— No te preocupes, tengo la boca cerrada. — Me asegura levantando las manos del volante por un momento.
— Pero me gustaría saber por qué quieres conocer a Catherine. — Me mira curioso con sus ojos verdes.
Pongo los ojos en blanco, no voy a hablar de eso, solo necesito confrontarla, no sé por qué pero creo que ella me quiere allí y quiero saberlo todo.