Capitulo 1: Denme lo que quiero
15 de octubre del 2000
El sonido proveniente del reloj de la mesa de noche se vuelve cada vez más intenso logrando despertar a Kharolan solo tenía que sonar tres veces para lograr despertarla por completo, se estiro un poco antes de poner sus pies descalzos en el suelo, mala costumbre que siempre era acompañada de un regaño de su madre cada que era encontrada sin zapatos, se dirigió al baño, que había sido compartido con sus hermanos en el pasado pero ahora ella solo vivía con sus padres y prácticamente era todo suyo, se quitó su vieja pijama la cual consistía de una playera grande y vieja acompañada de un short que probablemente había sido de uno de sus hermanos porque los personajes que antes estaban impresos en él no se podían distinguir, puso la música en la radio que alguno de sus hermanos puso en una pequeña repisa y subiéndole el volumen, abrió la lluvia artificial para adentrarse en ella, se escuchaba la voz de Bon Jovi cantando It's my life. Mientras ella se frotaba la cabeza y cantaba con la buena voz de la cual estaba privilegiada que solo su familia conocía.
Después de 10 minutos cerro la llave se envolvió en una toalla y se comenzó a secar, camino de regreso hacia su habitación, se sentó delante del tocador tomando el cepillo para comenzar a desheredar su cabello marrón casi castaño después prosiguió con su uniforme que constaba de una falda con tablones enfrente de color negro, una camisa blanca tres cuartos, una corbata y sus calcetas blancas.
No usaba maquillaje, ella tenía la piel blanca como su madre y los ojos verdes como su padre, su nariz era un poco chata y sus labios estaban ligeramente gruesos.
Bajo las escaleras y solo tomando un jugo del refrigerador, y antes de pudiera salir de su casa con su mochila en la espalda, un agarre la detuvo.
—No señorita, tienes que desayunar— hablo su mamá con tono autoritario extendiéndole un plato con huevos con jamón.
—No tengo hambre ma, con este jugo estoy satisfecha—se excusó, ya que Kharolan siempre prefería pasar de ellos y solo almorzar en la preparatoria.
—Te lo pongo con pan y te lo comes en el camino— ella suspiro resignada y espero a que su madre lo envolviera. Al fin de cuenta Kharolan siempre hacia lo que sus padres le mandaban, al ser la menor de sus hermanos vivía a su sombra y siempre exigían cada día lo mejor de ella.
Después de tomar su emparedado salió de su casa y se subió a su tsuro 98 color rojo de segunda mano, que su padre le había regalado por su cumpleaños 16 junto al curso de manejo y su permiso que dos días antes su padre le había entregado.
Se subió en el coche y solo cinco minutos manejando bastaron para llegar a su primer destino donde se estaciono frente a la casa que sin duda era 5 veces más grande que la de ella ahí era donde vivía una de sus mejores amigas o mejor dicho su única amiga.
Leah una pelinegro largo, su cuerpo estaba realmente desarrollado para su edad y su piel morena clara y unos grandes ojos color miel, toco la bocina dos veces y ahí su amiga salió de su casa con la blusa desabrochada de los dos primeros botones haciendo visible sus pechos, la camisa por fuera, y la falda 5 dedos debajo de su trasero. Kharolan y Leah eran polos opuestos y aunque no lo pareciera ella realmente eran amigas, ya que su convivencia desde pequeñas hizo que se convirtieran en amigas desde entonces. Kharolan había visto un cambio en su amiga que no pasó desapercibido por ella ni por todos los chicos de la escuela.
—Hola Kharol— gritó mientras se metía al carro. —tu papá te pudo haber dado algo mejor ¿no crees? — hablo mientras veía con desagrado el automóvil.
—Hola — contesto sonriendo ignorando su duro comentario. Puso el auto en marcha, ya que su próxima parada seria la escuela.
— Le mande un mensaje a Patrick, diciendo que pasaríamos por el ¿No te molesta verdad? — saco un chicle de su bolso y se lo metió a la boca y comenzó a mascar vulgarmente. Y comenzó a pintarse las uñas de rosa Barbie.
Klarolan negó con la cabeza, Patrick vivía al otro lado del pueblo, pero no quería discutir, ella esa rama no la tenía cubierta, una parte por la cual también acepto era que ella estaba enamorada desde hace mucho de él, y cuando se lo contó a su mejor amiga no tardo en coquetear con él y así ellos se convirtieron a pareja.
Quince minutos manejando, llegaron a la casa de Patrick un joven de 16 años al igual que Kharolan, su cabello era un poco ondulado, rubio oscuro y sus ojos eran un azul verdoso, tenía la nariz recta y unos labios no tan gruesos pero carnosos. La castaña siempre que lo veía suspiraba, pero sabía que no debía desearlo ya que era el novio de su mejor amiga y estaba totalmente prohibido para él.
Él se subió al auto regalando una sonrisa a Kharolan e inmediatamente Leah se pasó detrás con él y le di un beso el cual inmediatamente subió de intensidad la castaña se removió en su asiento y comenzó a conducir.
Rápidamente la pelinegro le bajo el cierre liberando su erección provocada por el beso anterior y comenzó a succionarlo provocando gruñidos de parte de Patrick.
— Leah— gimió el rubio. — No debemos hacer esto— trato de apartar a Leah, pero ella inmediatamente llevo su miembro a la boca y todo el auto control de él se acabó.
— ¿Enserio Leah harás eso? — cuestiono la castaña mirando por el espejo retrovisor.
— Maneja hacia afuera del pueblo —concluyó su orden mientras introducía el miembro de su novio de nuevo a su boca.
Kharolan sin remedio comenzó acelerar, odiaba no ser ella la que estuviera con Patrick, quizás no de esa forma solo quería un noviazgo normal. Trataba de concentrarse a pesar de los gemidos del rubio invadiendo el automóvil. Un calor comenzó a apoderarse de la castaña y suspiro.
En la parte de atrás del coche Leah prosiguió a aumentar el ritmo, al sentir el líquido de salir del miembro de su novio, unos segundos después él se liberó en su boca y ella saboreo el producto del orgasmo del rubio.
—Me encanta como sabes —mordió su labio y se quitó el sostén mientras la castaña detenía su coche en las afueras del pueblo.
Leah quito su blusa sacando sus senos para que Patrick pudiera tomarlos. El miro de reojo a Kharolan sabía que no era correcto, pero también sabía que Leah era una persona inestable, así que sin más remedio tomo sus enormes pechos. La castaña al soportarlo más salió del auto y empezó a susurrar una canción de Michael Bolton.
Mientras en el automóvil, el metía un dedo dentro de Leah la cual pedía más, y así cuatro dedos después ella soltaba gritos, provocando la erección de Patrick, el cual saco un condón de su bolsillo trasero, lo acomodo en su miembro y la penetro mientras mordisqueaba los senos de ella. Después de unos minutos los dos se liberaron. Trece minutos más tarde Leah salió del coche acomodándose la ropa.
—Es hora de irnos Kharol— hablo la pelinegra casi en tono de orden, ella solo asistio y camino hacia la puerta para poner en marcha el auto.
Kharolan no hablo en todo el camino solo se escuchaba "My inmortal", esa canción le recordaba la situación de sus padres, que ante la gente aparentaban que su vida era perfecta, pero entrando a su casa no se soportaban el uno con el otro, y lo peor para ella, es que tenía que ser el punto medio entre los dos como lo fue en su debido tiempo cada uno de sus hermanos.
Patrick la observaba atento como antes lo había hecho sabía que Kharolan al igual que Leah tenía cosas que la estaban destruyendo por dentro.
Llegaron a la escuela tras tres canciones de diferentes artistas. Logrando estar exactas para la hora del almuerzo. Leah en cuanto bajo del coche iba contoneando las caderas como ella siempre, ya que sabía que todos la miraban y eso a ella le encantaba, los hombres querían tenerla y las mujeres querían parecerse a ella.
—Gracias Kharolan y una disculpa— le sonrió apenado, ella encogió los hombros retándole importancia. Al ver que Patrick y la castaña hablaban, Leah se regresó y tomo al rubio de la mano le dio un beso y comenzó a caminar con él, dejando a tras a su amiga.
Llegaron a la mesa donde se encontraban sus amigos y se sentaron en ella, Sthefany, Charly, Santana, Ian, Mandy y Eric todos en pareja, lo que hacía sentir extraña a Kharolan, siempre la presionaban hasta la llegaban a llamar Lesbiana, Marimacho y cosas que ella nunca contestaba y siempre mediante lagrimas sacaba esa frustración todas las noches en su cuarto.
—¡Hola Perraaas! — gritó agitando la mano, Leah. Ella era como la abeja reina de las mujeres, la persona más popular y por lo tanto siempre era el centro de atención y eso le encantaba.
—Hola hermosa— al unísono contestaron los que estaban en la mesa, Leah al ser la hija del hombre más rico del pueblo siempre estaba rodeada de gente. Ella siempre maravillada por tanta atención se sentó enseñando los pechos discretamente.
Sus amigas no decían nada estaban acostumbrada a ella, sus padres las obligaban a callar porque dependía de él la mayoría de los empleos del pueblo incluyendo el del padre de Patrick.
—Amor me vas por mi desayuno, el sexo matutino me deja hambrienta— le guiño un ojo a Patrick el cual se paró y fue por su comida.
Leah puso si cabellera negra en una cola alta, saco su celular y le envió un rápido mensaje a Eric, Ian y Charly.
•Los veo en el baño en cinco minutos•
Sonrieron casi al mismo tiempo tras recibir el mensaje, cada uno beso a su novia y Leah sonrió.
—Bueno tenemos que ir el entrenador nos llama — beso Eric a Mandy.
Ellos se fueron mientras las chicas seguían conversando, como había estado su fin de semana, ninguna de ellas había recordado el cumpleaños de Kharolan, pero siempre hacían eso con ella la excluían totalmente, ella no encajaba en sus pláticas de sexo, drogas y como cada una engañaba a su novio. Al cabo de cinco minutos Leah se paró y tomo de la mano a su mejor amiga.
—Iré al baño, vamos Kharolan, por favor chicas díganle a Patrick que no tardo Las amo— alargo la última letra y se despidió agitando la mano y caminaron hacia los baños.
Llegaron al baño, y vieron que ahí estaban los novios de sus amigas, Kharolan lo intuía sabía que ella se acostaba con ellos, pero no era su deber decirles, ya que al fin de cuenta no eran totalmente sus amigas.
—Ya sabes si viene alguien no lo dejes entrar— murmuro Leah mientras se desnudaba frente aquellos tres hombres.
Ellos rápidamente bajaron su pantalón y sacaron su miembro que estaba duro como piedra, se puso de rodillas y la rodearon, comenzó a meterse uno por uno a la boca, los lamia, chupaba sus puntas haciéndolos gemir turnando en su boca los miembros. Pasaron unos minutos llenos de gruñidos y gemidos de parte de ellos y la levantaron y la pusieron en el lavabo Eric comenzó a darle sexo oral, mientras ella se lo daba a Ian y Charlie se deleitaba con sus senos provocando así un orgasmo en Leah.
La bajaron de lavabo y uno se acostó en una toalla la cual previamente estaba colocada antes de la llegada de ambas.
—Ahora si, denme lo que quiero— sonrió la pelinegro.