CAPÍTULO 2
Se daba inicio a un nuevo día, los rayos de sol se infiltran en la habitación al momento en que Genesis abrió los ojos se percató de la presencia de la alta figura que se encontraba sentado en el pequeño sofa de la habitación, Genesis se había asustado, rápidamente se sentó en la cama, no entendía que estaba pasando durante estos dos meses que ha pasado no se había topado con su marido, pero en una tarde lo ve, a la noche tienen sexo y a la mañana se encuentra con el hombre mirándola mientras duerme en su habitación.
— Genesis - Expresa Leandro, pero la niña aún estaba aturdida por la presencia de su marido que ni siquiera estaba prestando atención a la palabra de su marido - estoy hablándote - Susurró Leandro.
— ¿Qué ocurre? - la mujer reaccionó, pero ya era tarde, el hombre se había posicionado por encima de ella, la cama se hundio, Genesis tenía un camisón muy ligero y trató de empujar a Leandro, pero cualquier intento de la mujer fue en vano, su fuerza no era oponente para la fuerza de Leandro.
— Me imaginó que ya estás sospechando- Leandro abrió el camisón de Genesis, la mujer ya se había rendido solamente dejó al hombre que tomará su cuerpo.
Leandro se había desnudado en una manera muy rápida con tanta agilidad, Genesis tragó saliva se sostuvo por los codos marcando su clavícula, las frías manos de Leandro acaricia la suave piel de ella.
Cuando ambos quedaron desnudos Genesis tenía miedo, no sabe que le esperaba con el hombre con una mirada de león hambriento por su presa, la fragancia de la pequeña mujer era exquisita, Genesis había dejado escapar un pequeño grito cuando sintió la lengua de Leandro entrando en contacto con su cavidad femenina, ella de inmediato llevó su mano hasta la cabeza del hombre, pero sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al momento en que el hombre empujo con su lengua.
Ella estaba muy confundida no entendía que estaba ocurriendo, ella estaba temerosa, pero a la vez su cuerpo empezó a reaccionar.
- Detente por favor - Murmuró ella, pero su voz se escuchaba más como una suplica, Leandro dejo escapar un gruñido apretó la cintura de ella con una mano, mientras que Genesis apretó la sabana, cuando todo su cuerpo empezó a sacudirse, Leandro se apartó de allí y sin medir la fuerza de impacto introdujo su miembro con fiereza en el interior de ella, el dolor era menos intenso que anoche, pero aún había incomodidad, de todos modos estaban casados y ella no podía negarse.
Las manos del hombre se posaron en el cuello de ella, mientras Leandro continúa penetrando con fuerza a la chica, ella abrió sus ojos apretó las piernas y empezó a gemir, sus cuerpos están sudados hasta que Leandro aumento la velocidad de sus embestidas, una hora después de que dos cuerpos se enreden con totalidad en la cama todo había terminado, Genesis quedó confundida, su pequeño cuerpo tenía pequeñas mordidas, mientras observaba que Leandro se prende los botones de su camisa, la mujer lo observó en silencio, hasta que agachó la cabeza observó su cuerpo que estaba cubierto por la manta nada más.
— No pienses mucho, es solo sexo - con aquellas palabras Leandro salió de la habitación, como si hace unos minutos no hubiera desatado el nudo de la pasión en su cuerpo.
— ¿En que momento hemos llegado a esto? - se preguntó la mujer mirando su cuerpo desnudo, las sábanas desarregladas y lo más importante, ¿era la sustituta de su hermana en su totalidad? ¿su marido, pensó en su hermana cuando tenía sexo con ella? - la pequeña mujer dejó escapar un suspiro ella no quería que esto se saliera de control, necesitaba hablar con alguien, así que se había duchado, tomó un medicamento para calmar el dolor de su cuerpo, bajo a desayunar unos minutos después llamó un taxi y fue hasta el departamento de su mejor amiga.
Aún era temprano cuando Genesis llegó al departamento de Ana Linares.
- ¿Qué haces aquí tan temprano? ¿Ya te expulsó tu marido? - La pelirroja se sorprendió de ver a la rubia a las 8 de la mañana parada en la puerta de su departamento con un rostro no tan bueno.
— Ana, debo de decirte algo, he cometido un pecado y no puedo decírselo a mi madre, no tengo cara para hacerlo, definitivamente la voy a decepcionar.
— Si no has matado a nadie, si no vas robando no es ningún pecado además, primero se saluda - Ana la agarró de las manos introduciéndo a Genesis al interior del departamento
— Acontece que anoche Leandro y yo tuvimos sexo - Genesis unió sus manos, sus pies golpeaban el suelo, ella estaba nerviosa y avergonzada al hablar de aquel asunto, pero Ana nada más había sonreído, ni siquiera se había inmutado ante las palabras de su amiga.
— ¿Y del pecado que hablas, cuál es? - Ana negó con la cabeza - Déjame decirte que no hay nada malo en eso, están casados, es lo más lógico que puede ocurrir entre ustedes, pero ahora lo que no entiendo es ¿cómo llegaron a eso? Porque resulta que ustedes ni siquiera hablan, el tipo ni te topa en la casa, el día que se casaron los documentos fueron llevados hasta su oficina, aunque te fuiste a traerlos tú creo que él ni siquiera te miro, recuerdo que ni siquiera lo veías de seguido cuando era tu cuñado, y ahora resulta que hasta tienen sexo, pero también es entendible que quieras con él, tu marido es el hombre más deseado en España.
— Ana, ni siquiera yo se que ha ocurrido recuerdo que su madre había llegado de hecho a la señora Manuela no le he agradado en lo absoluto, pero Leandro me defendió de ella y en la noche ocurrió eso que ya sabes.
— No seas estúpida Genesis solo tendrás como anécdota el hecho de acostarte con nada más y nada menos que con Leandro Betancourt es el sueño de toda chica.
— No estás entendiendo la gravedad de la situación, es el hombre que mi hermana ama— Genesis se había desesperado— Leandro y mi hermana se iban a casar y.
— Genesis, el hombre es tu marido, tu hermana lo dejo así que cálmate Genesis.
— Aún no sé que ocurrió con ella Ana, te recuerdo que Gisele nada más desapareció y aquello provocó el infarto en mi papá ¿y si le ocurrió algo a mi hermana? Además, ella ama a Leandro definitivamente eso me consta, Gisele adora a Leandro.
— Mira Genesis, nosotras no hemos llegado a hablar de aquel asunto porque pensé que nunca sería necesario, pero tu hermana siempre fue la preferida de tu padre, es probable que haya descubierto algo que provocó el infarto en tu padre, algo que el creyo que la princesa no haría, no la trates de defender definitivamente allí hay algo más que ni tu ni yo sabemos aún, tampoco es de nuestra incumbencia, Leandro es tu marido
— Y puede ser que haya descubierto que mi hermana estaba en peligro, es lógico entonces papá no pudo soportar aquello.
— O quizás tu hermana lo decepcionó Genesis — Ana se sirvió una taza de café.
— Ella no sería capaz de decepcionar a papá, tengo miedo de que algo le haya ocurrido a mi hermana y yo este usurpando su lugar, pero ahora hay algo más, ella ha vuelto.
— ¿Qué? - Ana se mostró totalmente sorprendida - ¿Me estás diciendo una jodida broma verdad?
— Te estoy diciendo que Gisele ha vuelto, ella ya ha regresado debo de hablar con ella quizás hay algo muy importante que ella deba decirme de esa manera arreglamos esta situación.
— Quizás no funcionó con el amante, definitivamente aquello ha ocurrido - Ana lo dijo de manera despreocupada.
— Deja de decir eso Ana, te estoy diciendo que mi hermana - Genesis estaba dispuesta a defender a su hermana de lo que fuera.
— Vas a escupir hacia arriba y se te va a caer en la cara - Ana se burló - ¿Que le vas a decir? Gisele, en tu ausencia me acosté con Leandro, me hizo el amor de una manera que.
— Callate Ana, claramente no le diré de esa forma, porque me siento muy mal por hacer eso.
— ¿Genesis has pensado en tu hermana cuando él tomaba cada parte de tu cuerpo, cuando se hundía cada vez más profundo en ti, cuando encontro su liberación contigo en sus brazos?.
Genesis se mantuvo en silencio escuchando las palabras de Ana y por supuesto no va a negar La pregunta de su amiga logró que se sintiera avergonzada
— Lo ves Genesis, no pensaste en ella, y ante todas las leyes eres la esposa de Leandro y no es pecado que una pareja tenga sexo, ahora acompáñame a desayunar que aquí la única que cenó y se desayuno a un hombre totalmente deseado eres tú - Ana había sonreído, unos minutos después ambas jóvenes se habían dirigido a un restaurante, era de conocimiento que Ana no era partidaria de la cocina.
Cuando llegaron al Restaurante Ana había pedido demasiada comida.
— ¿Piensas comerte todo eso? - Fue la pregunta de Genesis observando el plato de su amiga.
— No seas inoportuna tu sabes que la comida es la gloria, a todo esto Genesis me dijiste que vino tu suegra ¿qué te dijo la víbora elegante? - Ana se llevó un bocado a la boca mientras que Genesis había suspirado.
— Ella por supuesto no oculto su desagrado hacia mí, la señora me odia me acusa de roba prometidos - Genesis puso una mala cara.
— ¿Y tu caballero te Defendió me has dicho verdad? - Se notaba la emoción en la voz de Ana - Además tú no eres una roba prometidos, eres Genesis la chica más valiente que conozco.
— ¿Tu fortuna se levantó a base de tus buenas bromas? Deberías de servir al circo Ana.
— Mi padre era bueno haciendo bromas, yo he heredado aquello - Respondió orgullosa la pelirroja.
— No me hagas reír - la atmósfera entre ambas jóvenes era agradable, ambas habían iniciado juntas en el área de la educación desde que tenían 5 años y hoy con 22 años, ambas, aquella amistad estaba más fuerte que nunca, eran muy distintas, Genesis era callada, no compartía mucho, y Ana disfrutaba de su juventud.
— Deberíamos de salir esta noche - Suelta Ana con emoción.
— Tú sabes y me conoces, no me gusta salir Ana, odio salir - Genesis realizó una mueca.
— Es en una cena benéfica para el Orfanato al cual siempre donas tus colecciones de Pintura, puedes mostrar una de tus obras esta noche de manera más profesional.
— No puedo hacerlo, no quiero decepcionar a mi papá ahora que ha vuelto a despertar no quiero causar un disgusto en él además a él nunca le gustó que yo estuviera metida en ese aspecto así que por ahora voy a ser obediente.
— Todo es lo que piensan los demás, pero que ocurre con lo que tú quieres, que ocurre con tus sueños Genesis, tomaste la decisión de casarte para que tu familia no pierda su patrimonio porque todos conocemos que tu marido es el sostén de la Empresa, ustedes se consolidan a través de Leandro, si él corta lazos con tu familia sus empresas desaparecen, pero ahí está aquello no es un pecado muchas empresas lo hacen, pero tú lo haces por tu familia, por unas Empresas que no tiene nada que ver contigo te sacrificaste, porque se perfectamente que tú no obtienes ningún beneficio nunca te compraste un vestido del dinero de tu padre, siempre tu madre te daba dinero y era el dinero de la Familia Materna, la Familia Sousa creo que ni siquiera recuerda que tu existes Genesis.
Escuchar lo expresado por Ana hizo que Genesis baje la cabeza, su amiga tenía razón, su padre nunca la había dejado gastar su dinero, es más, cuando ella entró a la Academia de Pintura, su padre la había catalogado como un Fracaso para su familia y que se avergonzaba de ser padre de ella.
— Pequeña Genesis si te digo esto es para que ya abras los ojos, que te pongas en primer lugar a ti, que dejes de pensar que tal persona no haría tal cosa, que estás cometiendo un error, cuando todo es correcto, vamos está noche conmigo, se tú misma Genesis - Ana colocó su mano por encima de la de su amiga.
La rubia de ojos azules había suspirado, pero antes de responder su mirada captó a la pareja que estaba llegando al restaurante en ese preciso momento.