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Aparto la mirada cuando se mete un cigarrillo entre los labios, listo para encenderlo.
Echo los ingredientes uno a uno en el vaso, aunque no sé las cantidades de cada uno .
- ¿Qué te hiciste en la nariz? ¿Otra caída en las escaleras? - pregunta, volviéndome loco .
gne, gne, gne .
Ginni me aseguró que no se notaba, considerando que prácticamente le puso un tubo de base.
Pero al parecer noto mi moretón y bueno también, si él lo notó .
Le doy una mirada rápida, en serio acerca de envenenar su cóctel .
- Bonito - murmuro, haciendo una mueca, - El perro de mi amigo me tiró la cabeza - explico, poniendo la pajita en el vaso .
Gracias Genelle Junior, excelente demostración de cariño.
La llamo así porque es tan loca e indisciplinada como la señora .
Cuando miro su rostro lo veo sonriendo bajo su bigote.
Le entrego la bebida, con la esperanza de que al menos sea potable.
Observo su reacción mientras toma un sorbo, sin hacer muecas ni escupirme.
Experiencia ya probada con mi hermano.
- ¿Cómo es? - pregunto, incapaz de contenerme.
frunce los labios en una línea dura, - No está mal - .
Guau. Viniendo de él es un cumplido.
- ¿Trabajas aquí? pregunta , tomándome con la guardia baja .
Joder _
- No - Niego con la cabeza, sintiendo su mirada de advertencia.
Es policía y no debería estar detrás de este mostrador.
Ambos lo sabemos .
- Contigo me estoy haciendo la vista gorda demasiadas veces - declara, sin añadir nada más.
Su voz ronca me rasca los oídos, haciéndome estremecer un poco .
¿No me perseguirás?
Froy me rescata de sus garras, acercándose a mí, seguido por Genelle, quien me lanza una mirada de consentimiento.
Vio a Scott.
- Se acabó el tiempo, muñeca - exclama, desabrochándome el delantal de las caderas .
Asiento, sintiéndome observado por un par de ojos verdes.
Parece que quiero cavar mi alma .
- Gracias, Froyo - Le dedico una sonrisa, que él me devuelve dándome un tierno beso en la cabeza.
Ginni y yo damos la vuelta al mostrador y salimos por la pequeña puerta corredera.
- Scott te está comiendo con los ojos - susurra de inmediato, arrastrándome en su dirección .
¿Qué vas a hacer?
- ¡Qué carajo, no! - Pongo los pies en el suelo, pero ella es más fuerte que yo, aunque le muerdo la mano para que me suelte .
- ¡Ve a él! - No tengo tiempo para darme cuenta, lo que me empuja hacia adelante, casi tropezando con mis propios pies.
estoy volando
Mi espalda baja choca con algo duro y anguloso y mi lado izquierdo hace lo mismo, pero me permite detener mi recorrido por el club y recuperar la estabilidad en mis piernas .
El largo cabello rubio está despeinado en la cara, pero cuando lo levanto reconozco perfectamente esas esmeraldas.
De repente siento sus grandes manos en mi espalda, incluso a través de la tela de la camiseta y siento que me estremezco.
Sus piernas, tocan las mías, dejadas al descubierto por los shorts .
Estoy atrapada en sus brazos .
- ¿Estás incluido con la bebida? - Pregunta con voz provocativa, colocando sus dedos en mis caderas .
Nuestras caras están tan cerca que me permite notar cada detalle amplificado cien veces.
Es realmente genial .
- Ingeniosa - exclamo, frunciendo los labios - ¿Me persigues? - pregunto, sonriendo ante la idea.
Hoy parece más juguetón que de costumbre.
Debe haberse levantado con el pie derecho .
- Santa Mónica no es tan grande - , dice, deliberadamente confundiendo mi pregunta.
Asiento con la cabeza, colocándome más cómodamente entre sus piernas, ya que él no quiere saber acerca de quitar sus manos de mi cuerpo .
Son extrañamente agradables .
- Pero hay un montón de clubes - , exclamo, moviendo mi cabello sobre mi espalda, ya que empiezo a sentir demasiado calor.
- Entonces podría hacerte la misma pregunta - responde, quitando una mano de mi espalda para agarrar la bebida, que quedó sobre el mostrador.
Observación aguda .
- Ese moretón es realmente horrible - estudia mi nariz, pero estoy demasiado concentrada en ver sus labios chupar la pajilla .
- Gracias por el cumplido - hago una sonrisa falsa, cruzando los brazos sobre mi pecho.
- No digo que seas horrible - exclama, lamiéndose los labios con la lengua, para limpiar el residuo de la bebida .
Sin embargo, esto provoca una extraña sacudida de excitación en mi cuerpo, que reprimo con todas mis fuerzas.
- Que alivio. Ahora podré dormir tranquilo - respondo irónicamente, poniendo los ojos en blanco al cielo .
-¡Scott ! - una voz masculina proveniente de mis hombros me hace darme la vuelta.
Un chico pelirrojo nos mira, - Oh… lo siento. ¿Yo molesto? - pregunta mortificado, indeciso entre irse o quedarse .
Absolutamente...
- Sí - está hablando Scott, declarando la respuesta opuesta a la mía .
- ¿Qué quieres, Carretero? - pregunta tosca, pero me abstengo del deseo de advertirle.
También es desagradable con sus amigos .
- Nos vamos. vienes? - pregunta el pelirrojo, dejándome un poco asombrado con su mirada curiosa.
Me alejo de Scott, lo que le permite levantarse, pero él camina de nuevo, colocando su gran mano en mi cadera derecha.
- Nos vemos, muñequita - me susurra al oído, provocándome un violento escalofrío, que tensa todos los músculos .
Oyó a Froyo .
Lanzo cada maldición sobre su espalda mientras avanza, junto con su amigo.
- Deberías agradecerme - salto en el acto, al escuchar la voz de mi mejor amiga .
- Te odio - exclamo en cambio, electrocutándola con una sola mirada .
- Claro que no - murmura , - Un desvergonzado estuvo a punto de manosearte el trasero y quisiste privarte de él -
Esto es lo que quise decir con indisciplinado.
- No sentía nada en absoluto - me defiendo, sintiendo, sin embargo, mis mejillas en llamas .
Está usted equivocado.
- Es repugnante, Jaxon - lo miro con una mueca en el rostro, lista para cambiar de lugar, para no asistir a otras inmundicias .
Está comiendo la pizza con mayonesa, la del tubo.
Esto es un verdadero ultraje a la bondad que cocinó mamá .
Hoy es el cumpleaños de Duncan y para la ocasión decidimos hacer una parrillada en nuestra casa.
Por supuesto, toda la familia Andrews ha sido invitada .
Sí... Scott también está allí .
- No entiendes nada - sacude la cabeza con decepción, - Se llama gourmet - muerde un trozo frente a mis ojos, para fastidiarme .
- Y levántate – lo empujó en tono de broma, haciéndolo reír.
Jaxon ha sido el mejor amigo de Duncan desde que tengo memoria. Lo conozco prácticamente desde siempre, por eso lo considero casi como un hermano .
- Detenlo o asfixíalo - nos advierte mi hermanito - Lo cual es completamente para hacer, pero no en mi cumpleaños - sonríe, respondiendo al dedo medio del niño a mi lado con un movimiento del mismo dedo .
- Lo siento - habla el erizo al lado de Maia, - ¿Puedo usar el baño? - se pone la servilleta en la boca, aclarándose un poco la garganta .
- Claro - mamá se gira en mi dirección, haciéndome negar repetidamente con la cabeza.
No lo digas, no lo digas, no lo digas .
- ¿Podrías mostrarle dónde está? - pregunta amablemente, pero sus ojos me lo imponen .
Margarita mala .
Me levanto, ajustando la falda en mis muslos, luego me dirijo a casa, consciente de que me sigue.
Siento su mirada perforar mi espalda, pero la ignoro, sigo caminando serena a pesar de que tengo que poner toda mi buena voluntad en ello .
- Amanda - me llama de vuelta, haciendo que mis piernas tiemblen por el tono bajo y ronco .
Levanto la cabeza y lo miro por encima del hombro, pero noto que se concentra en mis piernas .
-Tienes un insecto enorme en la pantorrilla -susurra en voz baja .
Dios mío
Siento que mi corazón late con fuerza en mi pecho mientras miro hacia abajo, notando una cosa gris muy desagradable que se parece a una mariposa, sentada justo en mi pierna .
Ahora me desmayo .
- ¡Quítamelo de encima! - grito con todo el aliento que tengo en el cuerpo, - ¡Quítamelo ya! - repito, notando que me mira fijamente .
Empiezo a retorcerme, con la esperanza de que se vaya volando, - ¡Scott! - Prácticamente corro en su dirección, clavando mis uñas en su antebrazo .
- Quédate quieta - murmura, pero cuando siento sus dedos congelados descansando sobre mi muslo desnudo, justo debajo de la tela de la falda, no puedo detener el hormigueo, moviéndome aún más .
Lo veo agacharse, luego me da una palmada en la pantorrilla para sacar al animal.
Inmediatamente siento menos presión, así que empiezo a calmarme.
- Listo - susurra, volviendo a ponerse de pie. Se pasa una mano entre los rizos, para alejarlos ligeramente de la frente.
- Gracias – Trato de recuperarme del susto, arreglando mi cabello, todo termino frente a mi cara en una desordenada maraña .
- Estabas a punto de ponerme la rodilla en la nariz - , murmura, haciéndome sonrojar de vergüenza .
Tenía el diablo en la pierna, no es mi culpa.
- Disculpe - le muestro una sonrisa, - no me llevo muy bien con los insectos - me justifico, mordiéndome el labio inferior .
- Deberías poner un poco de hielo. Está un poco sonrojado : señala el lugar, que en realidad está un poco dolorido .
- Vamos, te ayudaré - mira a su alrededor, retrocediendo hacia el pasillo .
- Oh… no te preocupes, le digo. Ir al baño - Lo sigo, alargando mi paso para alcanzarlo .
- No quiero tenerte en mi conciencia por si te hiera - se justifica .
Le saco la lengua, consciente de que no puede verme.
Abre la puerta del congelador y saca un paquete de espinacas congeladas.
Me lo entrega, así que me siento, colocándolo en la parte interesada.
- Duncan y tú parecéis muy unidos - dice en un momento, poniéndose serio .
Lo miro, asintiendo con una sonrisa en los labios, - Sí, nos amamos - .
- ¿Tú y Maia en su lugar? - pregunto curiosa, feliz de saber algo más de su vida.
Tal vez sea solo una impresión, pero creo que es una persona muy reservada tanto para él como para su familia.
- Casi siempre tenemos opiniones diferentes, pero estamos en la misma onda - aparta la mirada, apuntándola a un punto indefinido de la habitación.
- Sería aburrido si siempre pensaras de la misma manera - admito, recordando todas las disputas que tenemos mi hermano y yo .
- Tienes razón - susurra, metiendo las manos en los bolsillos - pareces alguien que siempre quiere tener la última palabra -
Su comentario me sorprende un poco, considerando que no estábamos hablando de nosotros mismos.
- Lo que tengo que decir lo digo - Observo sus charcos verdes, - No me gusta quedarme con un sabor amargo en la boca - Le doy una mirada desafiante, consciente de que sabe muy bien a lo que me refiero .