El señor desconocido

CAPITULO 3

Después de tanto pensar y revisar toda la información que me había enviado este tipo desconocido, no pude aguantar más el sueño, así que me dispuse a descansar, mañana seria otro día, otro día donde podía seguir revisando todo, tenia que hacerlo lo más rápido posible, no quería seguir en este juego enfermizo en el que me metieron.

Los rayos del sol entraron por mi ventana, no sabia que horas eran, no tenia tampoco idea a que horas me había ganado el sueño, me sentía agotada y no sabía ¿Por qué? Estaba tirada aun en la cama mirando el techo, no quería levantarme de la cama.

Estaba a punto de levantarme de la cama cuando siento que mi celular suena ¡No, no puede ser! Un mensaje solo espero que no sea ninguno de ellos

MENSAJE

Cleo: ¡Que pena! Estoy camino hacia mi trabajo, pero antes quería agregarte.

Karol: ¡Ok! No hay problema.

Cleo: ¡Que estés bien! Hablamos en otro momento.

Karol: ¡Dale!

FIN DE LOS MENSAJES

Por Dios ¿Me irán agregar uno por uno? Solo espero que no me estén escribiendo todo el tiempo, ya que tengo una vida aquí, y no puedo estar ahí cada vez que ellos deseen.

Baje las escaleras de mi casa, necesitaba alimentarme, tenía muchísima hambre, también tenía que salir hacer unas vueltas, así que tendría que alistarme lo más rápido posible.

-¡Mamá buenos días!- Mi madre se encontraba preparando el desayuno en la cocina.

-¡Buenos días dormilona!

-¿Papá donde esta?

-Salió al trabajo, hoy entraba un poco más temprano así que seremos solo las dos en la mesa, hice panckes con fruta picada y tu juego preferido.

Había tenido una noche super loca, era como si hubiera tenido una pesadilla, de la cual ahora no puedo salir, termine de desayunar, me fui a dar una ducha para alistarme y poder salir a realizar mis pendientes, si bien estaba de vacaciones tenía que ir a la universidad a mirar unas cosas para el semestre que viene.

Ya estaba sentada en la cama envuelta en la toalla, había sacado la ropa que me pondría, un top oscuro, una joguer gris con unas rayas oscuras a los lados, tennis oscuros y una gorra del mismo color, debo admitir que me encanta ese color, y me encanta vestir lo mas deportiva que pueda. En ese momento mi celular vibró, me había llegado un nuevo mensaje.

MENSAJE

Tomás: ¡Así que, he vuelto! Y… ¿Dónde nos hemos quedado?

Karol: ¡Oh! Vaya que sorpresa, son ustedes de nuevo…

Tomás: Si… somos nosotros, ya me acorde. Nos hemos quedado en, que estábamos hablando de los demás. Preferiría no hablar tanto de ellos.

Karol: ¿Por qué?

Tomás: Pues… la puedo cagar y es lo que menos quiero.

Karol: ¿Qué quieres decir con eso?

Tomás: Es que puedo dar una impresión equivocada de mi… y es lo que menos quiero. Bueno… dime ¿Qué quieres saber? Cosa de que te puedas ayuda.

Karol: Primero que todo ¿No fuiste a la policía con mi número verdad? No quiero problemas.

Tomás: ¡La verdad no! No te voy a negar que, si quería, pero…

Karol: ¿Pero?

Tomás: ¡Diablos! Es que no sé cómo decirlo… el mensaje que me envió Hanna de repente… se eliminó.

Karol: ¿Cómo? ¿Se eliminó? ¿Cómo puede pasar eso?

Tomás: ¡Este! Pues… no tengo la menor idea, pero yo no fui.

Karol: ¿Estabas borracho? ¿Es una broma cierto?

Tomás: Primero que todo debo decir que no, no estaba borracho, tampoco me lo he imaginado…

Karol: ¿Entonces como lo explicas?

Tomás: ¡No le sé! Segundo debo le dije lo mismo a Danny y me tomo por loco, pero… igual no puedo pedirte que me creas.

Karol: ¡Entonces! Me salta una duda.

Tomas: ¿Cuál?

Karol: ¿Cómo pudiste comunicarte conmigo? ¿Cómo me localizaste?

Tomás: ¿Hay un momento de tú vida que te cuesta olvidar?

Karol: ¿Qué tiene eso que ver con mi pregunta? ¿Por qué de repente comenzamos a hablar de mí?

Tomás: ¡Perdón! No me refería a eso… no es lo que quise decir.

Karol: ¿Entonces?

Tomás: Lo que quiero decir es que… se trataba de mi ¿Sabes? Lo que pretendo es que todo esto tenga sentido.

Karol: ¡Lo siento, pero no logro entenderte!

Tomás: A lo que me refiero es que… hay incidentes los cuales no puedes olvidar jamás, es como que se diluyera tú memoria y el presente ¿Me entiendes?

Karol: ¡No! No logro entenderte… así que vayamos al grano que tengo cosa que hacer.

Tomás: ¡Diablos! Cuando me llegó el mensaje de Hanna con tú número, me quedo marcado en mi memoria… ósea el mensaje no decía nada mas ¿Cómo no iba a poder recordarlo? Y es que me es difícil olvidarme de tú número ahora…

Karol: ¡Ok! Suena raro ¿Lo sabes?

Tomás: Si, lo sé, pero pues… no podía ir a la policía sin tú número sabes… no había señal del mensaje.

Karol: Entiendo…

Tomás: Bueno… ¿Sabes? Sé que parece como si te hubiera puesto en el centro de atención a propósito para dejar de hablar de mí, pero te aseguro que no es así… se lo que estás pensando…

Karol: ¿Según tú que es lo que estoy pensando?

Tomás: ¡Escúchame! Si le hubiese hecho algo, no me escribiría a mí mismo. Es mejor fijarse en la persona de la que se tiene un número.

Karol: ¡Ya veo!

Tomás: Bueno…

Karol: ¿Todos sospechan de mi verdad?

Tomás: Si.

Karol: No me sería raro… siempre pasa lo mismo.

Tomás: ¡Puede ser! Pero igual no lo hace más fácil... cambiemos de tema…

Karol: ¡Entonces! Háblame de ti…

Tomás: ¿Lo mejor? Eso sonó bien… gracias, pero no tengo mucho que contar. Soy el novio de Hanna, eso ya lo sabes… y haría lo que fuera por encontrarla.

Karol: Eso lo entiendo… sería raro si no fuera así…

Tomás: ¿Qué quieres decir?

Karol: pue eres el novio ¿No? Siendo el novio… era de esperarse.

Tomás: Si… bueno… ¿Debería contarte lo que sabemos hasta ahora de la desaparición de Hanna?

Karol: Me serviría mucho…

Tomás: Bueno… ¿Por donde empiezo? A nosotros nos informó… un tipo, nos envió un mensaje, no, bueno, realmente un número desconocido nos agregó a un chat grupal, primero no dijo nada.

Karol: ¿Y?

Tomás: Bueno… me di cuenta enseguida porque justo en ese momento tenia el celular en la mano.

Karol: ¿Entonces?

Tomás: Le escribí ¨Hola, desconocido¨ bueno… no recuerdo muy bien, que le puse…

Karol: ¡Por favor! No des tantas vueltas…

Tomás: Bien, bien… no dijo nada, y entonces después de repente escribe una frase ¨Hanna esta en peligro¨ y ya eso fue todo…

Karol: ¿Qué? ¿Y entonces? ¿Eso fue todo?

Tomás: Pues esto me alteró mucho… así que le pregunté que si me estaba jugando una mala broma…

Karol: ¿Y que te dijo?

Tomás: ¡Nada! No hubo respuesta.

Karol: ¿Qué hiciste entonces?

Tomás: Bueno… me dio mucha ira así que… comencé a lazarle una que otra amenaza, mientras iba rápidamente a verla, pero no estaba. Harol estaba sentado en la puerta de su casa, que esta a cinco minutos del taller, pero desde ese entonces Hanna no ha aparecido.

Karol: ¡Vaya! Que fuerte.

Tomás: ¡Sabes! Me cuesta mucho pensar en eso… el tipo se fue del chat, pero luego volvió…

Karol: ¿Qué dijo cuando volvió?

Tomás: Me dijo que le ha había pasado algo a Hanna… hasta dijo que había visto como la habían secuestrado.

Karol: ¡No te lo creo!

Tomás: También dijo que esta de nuestro lado, pero hablaba con un efecto de estos que distorsionan la voz, suena todo muy raro y misterioso.

Karol: La verdad todo es muy raro…

Tomás: No sé si debería creerle, no sé si miente, pero igualmente me cuesta creerle ¡Rayos! La verdad ya no se ni que pensar

Debo decir que yo tampoco sabia que pensar, todo parecía sacado de una película de terror, y para mi suerte yo estaba metida en ella y no sabia como salir.