Capítulo 14: Será mejor que me digas la verdad
El timbre continuó sonando, pero parecía que Rosaría no lo había oído. Ella todavía estaba acostada tranquilamente en la cama, pensando que Estela debería estar muy embarazosa ahora.
Después de sobrevivir al incendio, lo que vio era el insulto, las fotos sórdidas y las maldiciones en el Internet. Estaba completamente desesperada. Afortunadamente, la existencia de Eduardo le ayudó mucho. De lo contrario, habría muerto en los insultos. Y finalmente encontró que fue Estela quien había diseñado este desastre que le había dañado tanto.
Esta mujer destruyó su matrimonio, tuvo relaciones sexuales secretamente con Mateo y destruyó su vida. Rosaría tenía mucho odio con ella y jamás la perdonaría, pero ahora no tenía prisa de vengarse.
Pensaba, "A veces, dejar al rival sufrir es mejor que tomar la venganza de inmediato."
Pensando en esto, Rosaría dio una sonrisa extraña.
Mateo llamó a la puerta muchas veces, pero no había ninguna reacción adentro, por lo que pensó que quizá no había nadie en casa. Sin embargo, era muy persistente y quería conocer la verdad. No saldría tan fácilmente.
Después de que él llamó a la puerta durante diez minutos, Rosaría se levantó y se acercó.
Llevaba un pijama amplio, pero aún se podía ver su hermosa figura. Con el pelo suelto, abrió la puerta descalza y dijo -¿Quién? ¡Tan inculto! -
Mateo se quedó sorprendido de repente.
La forma de actuar de Rosaría le recordó a su esposa.
-Rosaría -murmuró él.
Susurró inconscientemente, pero Rosaría estaba aturdida.
Pensaba, "¿Por qué viene él?"
Aunque sabía que quedarse en la casa de Lidia haría que Mateo sospechara, no esperaba que la encontrara tan rápido.
Se quedó sorprendida, pero Rápidamente recuperó la consciencia. Ordenó el cuello, tosió y dijo -¿Señor Mateo? ¿Por qué viniste aquí? -
Su voz despertó a Mateo.
Sus ojos se entrecerraron un poco. Observó a esta mujer detenidamente, con el deseo de conocer todos los detalles de su cuerpo.
A Rosaría le salió el sudor en la mano, pero mantuvo la calma y dijo con una sonrisa -Señor Mateo, tus miradas son extrañas. Si tu esposa lo viera, me golpearía otra vez -
Mateo preguntó -¿Quién eres tú? -
Él no quería perder el tiempo y lanzó esta pregunta directamente a Rosaría, con las miradas agudas.
En el pasado, Rosaría tenía mucho miedo con sus miradas porque eran muy agudos. Ahora, a pesar de que ya había pasado cinco años, no se atrevía a mirar directamente a este hombre, pero no tenía más remedio que hacerlo.
Preguntó -¿Qué crees tú? -
Mostró una sonrisa agradable, con las miradas encantadoras y atractivas.
Si fuera otra mujer, Mateo no dudaría en salir, pero esta mujer le había dado demasiadas dudas.
Este hombre de repente dio un paso hacia adelante, dejando que Rosaría se apoyara contra la pared.
Dijo -Señorita Rosaría, será mejor que me digas la verdad. No permito que los demás me engañen. Si me ofendes, jamás te perdonaré -
Los dos estaban tan cerca que podían escucharse el sonido de la respiración. Rosaría apretó las manos y sonrió de nuevo.
Preguntó -Señor Mateo, ¿me estás seduciendo? O ¿es este el método que usa el Grupo Nieto para que los empleados excelentes no se vayan? -
-Rosaría, ¿qué es lo que quieres? No creo que no sepas la relación que existe entre este lugar y mi esposa. Tienes el mismo nombre que ella y conoces a Lidia. ¿Todo esto es una coincidencia? -preguntó él.
Mateo se puso cada vez más ansioso.
Rosaría podía sentir su respiración. Ella notó la emoción que tenía este hombre, e incluso podía sentir lo nervioso que estaba.
¡Era tan encantador como antes!
Desafortunadamente, era una persona indiferente.
Rosaría entrecerró los ojos y susurró -¿Tu esposa? ¿Es señorita Estela? -
Levantó la cabeza otra vez y ya estaba muy tranquila, sin ninguna emoción.
El hombre la miró y se quedó sorprendido.
Pensaba, "Aparte de Rosaría, nadie tendría estas miradas."
"¿Pero por qué no lo admitió?"
"¿Por qué esa cara es totalmente diferente?"
"¿Podría ser por aquel incendio?"
Mateo repentinamente estiró el brazo, agarró el cuello de Rosaría e iba a tirarlo hacia abajo inconscientemente.
Rosaría se asustó de inmediato.
Gritó -Mateo, ¿qué estás haciendo? Te lo advierto, si no te paras, ¡llamaré a la policía! -
Agarró su cuello con fuerza y le salió el sudor en la mano de nuevo.
¡No podía dejarlo hacer esto!
A pesar de que había recibido cirugías plásticas durante los últimos cinco años, todavía había algunas quemaduras en su cuerpo.
Ella se había imaginado que Mateo la sospecharía e la investigaría, pero no esperaba que Mateo tomara acciones tan bruscas. De todos modos, todavía era la diseñadora del Grupo H`J y él tenía que respetarla, ¿no?
Viendo las miradas llenas de pánico de la mujer, Mateo se quedó aturdido.
Preguntó -¿Qué crees que estoy haciendo? ¿No es ese tu objetivo? -
Mientras hablaba, la mano de Mateo se movió de nuevo. Parecía que este hombre no iba a dejar su acción.